Planeaba como una sombra espesa que deslució otra jornada de la Semana Santa. El riesgo de lluvia tuvo consecuencias para las cofradías del Lunes Santo que tuvieron que cambiar el paso ante unos partes meteorológicos que apuntaban riesgo alto de lluvias en torno la medianoche. Con esa premisa de partida, la cofradía que podía estar más expuesta a un chaparrón, por sus horas de salida, Vera-Cruz, decidió quedarse en casa. El resto corrieron, y mucho, para evitar la temida lluvia que amenazaba con aguar la jornada.
Fue La Palma la encargada de abrir la jornada mirando al cielo. Tras una reunión de todas las hermandades de la jornada en la que decidían prorrogar la qué hacer hasta antes de la salida, la corporación viñera fue la primera en romper el fuego. Lo hacía con unos minutos de retraso que recuperó en su caminar hacia la Catedral. Tenía claro la hermandad que no iba a exponerse, por ello, tras salir de la Catedral y recorrer la Carrera Oficial, aligeró su caminar y acortó recorrido para llegar antes a su templo. Tanto es así, que la hermandad se recogió casi una hora antes de lo previsto. Y es que en la cofradía no estaban dispuestos a arriesgar un valioso patrimonio que este año aumentaba con el fin del dorado del canasto del paso del Cristo de la Misericordia y tres cartelas para el frontal del canasto realizados por Encarnación Hurtado.
La siguiente de la jornada fue el Nazareno del Amor que cumplió con el horario de salida en una plaza de San Francisco entregada. Ni un alfiler cabía en el dintel de la iglesia homónima para ver salir al Nazareno de blanco que estrenaba la restauración del barnizado del paso del Señor. Para su salida sonó ‘Nazareno del Amor’ y la hermandad comenzó su discurrir hacia la Catedral gaditana. Detrás marchaba la Señora, destacado estreno por la remodelación realizada en la dolorosa por Luis González Rey. El primer palio verde de la Semana Santa gaditana estaba en la calle. Sin embargo, el riesgo de precipitaciones truncó una salida completa. Los partes poco halagüeños llevaron a la corporación a no completar la Carrera Oficial y salir de Novena por Valverde para buscar la recogida anticipada.
No fue una salida fácil para los cofrades del Prendimiento. La hermandad estrenaba una nueva fase de carpintería del paso del Señor (poco perceptible, por cierto), pero no fue esa la novedad más destacada. De nuevo, el riesgo de precipitaciones aguó su procesionar tras hacer Estación de Penitencia. La hermandad intentó estudiar las opciones que tenía en el interior de la Catedral, pero no lo tuvo fácil. Sin presencia de miembros del Consejo ni del Cabildo Catedral no quedó más posibilidad que seguir el camino, pero con velocidad. Enorme esfuerzo que realizaron las cuadrillas que, a partir de Palillero, optaban por continuar a paso de horquilla para aligerar más su paso. Fue después de que del palio de la Señora se soltara parte de uno de los candelabros de cola que tuvieron que retirar. Por suerte, el esfuerzo tuvo su recompensa y la hermandad no sufrió la temida lluvia.
La noticia más triste de la tarde se dio a conocer minutos antes de su salida: Vera-Cruz optaba por no salir. La corporación de negro decidía quedarse en el templo de San Francisco, mientras que en el Campo del Sur amenazantes relámpagos no presagiaban nada bueno. Todo ello en el Lunes Santo en el que la hermandad celebraba su 450 aniversario fundacional. En lugar de la salida, la hermandad realizó un rezo interno y abrió la Puerta Santa de su Año Jubilar en San Francisco para que todos los devotos acudieran a visitar a las imágenes. En la mente de muchos, la dolorosa decisión se hacía más llevadera al pensar en la salida extraordinaria que la decana protagonizará en el próximo verano.
Año
2016
Imágenes
El riesgo de lluvia desluce una jornada en la que las hermandades que salieron recortaron recorrido y aligeraron su paso
Fecha