Comenzaba la década de los 50 y era costumbre en las hermandades de entonces acompañar en la Estación de Penitencia con representaciones a otras hermandades. Casi siempre a estas citas acudían los cofrades más jóvenes. En la procesión de nuestro Padre Jesús de la Salud y nuestra Señora de la Esperanza coinciden dos amigos, Eduardo Doménech Gómez y Antonio Llaves Villanueva, representando cada uno a su hermandad; juntos comentan la posibilidad de fundar ellos una nueva hermandad. Dicho y hecho, a partir de entonces comienzan a buscar amigos cofrades, con inquietudes religiosas y que apoyen lo que en principio parecía una descabellada idea y no tardan en encontrar a Leonardo Andamoyo Caballero, Rafael Franco Vázquez y Manuel Pérez Blanco.
Juntos comienzan a dar forma a este ilusionador proyecto y tras llamar a varias puertas llegan al Convento de San Francisco, donde les cautiva la imagen del "Cristo del Amor" que allí recibe culto desde que sustituyó al Nazareno desaparecido durante la guerra civil, situado en la antigua capilla de V.O.T., en un altar con doble escalera que permitía besar el pie de la imagen y que tiene gran veneración. Acababan de llegar a Cádiz los frailes franciscanos de la Provincia Franciscana de Granada para sustituir a los de la Provincia Bética, que regentaban el Convento hasta la fecha.
El superior de esta nueva Comunidad Rvdo. Fray Luis Rodríguez San Román, al comprobar las inquietudes religiosas de este grupo de jóvenes les presta su atención y aprobación mostrándoles su apoyo para llevar a cabo el proyecto. Estos jóvenes de 18 años, ilusionados al ver que sus sueños se convertían en realidad, deciden buscar una persona mayor de edad (en aquellas fechas la mayoría de edad se alcanzaba a los 21 años) que les avale y respalde. Y es entonces cuando Eduardo Doménech recurre a su Jefe, Juan Cuadrado Villalobos, comerciante propietario de Almacenes la Riojana y le solicita que acepte el cargo de Hermano Mayor en la nueva Hermandad que están organizando.
Con la colaboración de respetados cofrades de la época como D. Carlos Carvajal López, terminan los primeros Estatutos que son elevados a la Autoridad Eclesiástica y el 8 de Noviembre de 1951 son aprobados los mismos, siendo Obispo de Cádiz D. Tomás Gutiérrez Diez. Al estar en un convento franciscano toman por escudo la cruz de Jerusalén añadiendo en su centro un corazón llameante coronado de espinas y se nombra Director Espiritual al Superior del Comunidad Franciscana.
De esta forma Fray Luis Rodríguez San Román, el fraile que tanto les apoyó se convierte en el primer Director Espiritual de la Hermandad y con fecha 20 de noviembre de 1951 se acepta el cargo de Prioste (actualmente cargo de Hermano Mayor) para D. Juan Cuadrado. Rápidamente y sin recursos, empiezan a gestionar el material procesional al mismo tiempo que se va incrementando la nómina de hermanos. Consiguen comprar el antiguo paso de la Hermandad de los Afligidos y justo el 4 de abril del año siguiente con sencillez pero dignamente, la Hermandad realiza su primera estación de penitencia, gracias a la colaboración de cofrades ilustres como D. Pedro Palomino Rendón y D. Emilio Luis Bartus Loreto. En esta ocasión, a igual que al año siguiente la venerada imagen del Nazareno del Amor luce la túnica morada con la que estaban acostumbrados a verla sus devotos.
El Lunes Santo de 1954 cuando se abren las puertas de la iglesia de San Francisco, la imagen del Titular sorprende a todos, pues el morado tradicional de su túnica ha sido sustituido por blanco. Es tal la aceptación que tiene entre los devotos que la Junta de Gobierno decide dejarle la túnica blanca permanentemente, identificándole de tal forma que popularmente se le denominara el Nazareno Blanco. Al año siguiente adquieren el antiguo paso de la Hermandad de Afligidos.
La sede canónica está situada en la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios del convento de San Francisco (Plaza de San Francisco). Obra de José Francisco Badaraco. De planta rectangular es de una sola nave, si bien la incorporación de capillas le dan un falso aspecto de templo de tres naves. La cubierta es de bóveda de medio cañón con lunetos y arcos fajones. Todas las bóvedas presentan decoración de yesería. El retablo mayor fue realizado en 1763 por Gonzalo Pomar y presenta una decoración a base de rocallas. Junto al templo se encuentra el convento (1566), con un claustro manierista de planta rectangular con columnas dóricas en su primer cuerpo y jónicas en la galería superior.
Procesiona el
La Virgen de la Esperanza fue realizada por Luis Jiménez, en 1962, y donada por su esposa Eugenia Caramé. Alfonso Berraquero reforma esta talla en 1976 esculpiéndole manos nuevas, estrenando ese mismo año el candelero. Este escultor talla la imagen de San Juan Evangelista del altar de cultos que no procesiona. En 2014, el Obispado de Cádiz aprobó la restauración de la imagen de la Dolorosa, que se realizará a lo largo de 2015 por Luis González Rey.
El paso del Cristo, tallado en madera de caoba de Honduras con aplicaciones de limoncillo, fue diseñado por Guzmán Bejarano en sus talleres de Sevilla, colaborando en la talla de los arcángeles, ángeles e imágenes de las capillas el imaginero Luis Ortega Brú, policromadas por Alfonso Berraquero. Estas imágenes representan a San Francisco de Asís, beato Diego José de Cádiz, Virgen de los Remedios y Patrona de Cádiz. Lo alumbran seis faroles de talla. Data de 1979.
En 2003 se sustituyen las tulipas por pequeños faroles de orfebrería dorada, de los talleres de Hijos de Juan Fernández.
En 2015 se estrenan las cartelas delanteras del paso de misterio,realizadas por Luis González Rey.
Paso de palio:
El de la Virgen de la Esperanza, estrenado en 1975, está realizado todo en alpaca de plata, es obra de los talleres sevillanos de Hijos de Juan Fernández. El palio y las bambalinas son de terciopelo verde, bordado en oro fino por las Adoratrices de Sevilla. Los varales son replateados en 2002 y los faroles en 2004.
En la Semana Santa de 2004 estrena el respiradero frontal del palio realizado en el taller de bordados Santa Lucía de Cádiz, bajo diseño de Juan Carlos Romero Pérez, obra realizada sobre malla de oro y terciopelo verde siendo bordado en su integridad; cuenta en su capilla central con la imagen de la Virgen de Regla, Patrona de la provincia franciscana, y en capillas laterales los Santos franciscano Clara y Pascual Bailón; la trasera se estrena en 2005 y los laterales en 2006, toda la imaginería menor es obra de Luis E. González Rey.