La resaca de la noche del Jueves Santo y la Madrugada no se notaba en las calles. Desde muy temprano los templos abrían sus puertas para recibir a propios y extraños en una mañana muy calurosa.
Pero había cuatro focos que llamaban la atención en esta jornada: Santa María, La Merced, San Agustín y Santiago. En todos se preparaban las hermandades para realizar su estación de penitencia en el día en que muere el Hijo de Dios.
En la iglesia del Nazareno, el Regidor Perpetuo y la Virgen de los Dolores descansaban de una larga jornada (llegaban a su templo pasadas las 5 de la madrugada), mientras que Expiración preparada su primera salida procesional desde la iglesia de Santa María.
A las 19 horas salía la hermandad hacia el Campo del Sur en una tarde ensueño. Sol, poco viento y buena temperatura para su estreno desde el barrio de Santa María.
Los primeros tramos de hermanos se iban disponiendo en la calle mientras que en el interior de la iglesia Francisco Vázquez ordenaba acercar el paso a la estrena puerta de la iglesia. Al igual que en la parroquia Castrense, la imagen del Crucificado salió tumbada, y con mucho cuidado, para que los respiraderos no tocasen las puertas.
Se ponía el Señor en la calle y comenzaba a andar con la marcha Regidor Perpetuo, dedicada a la hermandad de Santa María. Un cable más bajo de lo esperado causo alguna dificultad en la salida, que se solventó tras una complicada maniobra.
La estampa del cruficado por el Campo del Sur fue uno de los regalos de esta Semana Santa de 2017, mientras que en el interio la cuadrilla de la Santísima Virgen de la Victoria se preparaba para uno de los momentos más complicados del día, sacar el paso de palio. Las capillas de los respiraderos estaban retiradas, también los faldones. Como decían sus capataces, Pepe Moreno y Paco Melero, sacar el paso de Santa María era similar a pasar el túnel de Compañía.
Y así fue. Con muchísima dificultad. Con respeto. Con delicadeza. Con mesura. Con cuidado. Así consiguió poner el paso en la calle la cuadrilla que hizo un gran esfuerzo para María Santísima de la Victoria comenzase su andar por Cádiz.
Una Dolorosa, que lucía después de 30 años, un manto rojo que fue donado por el que fuera su hermano mayor, Joaquín Díaz. Curiosamente la hermandad sólo lo había utilizado cuando Díaz hizo el regalo. En este 2017 era el momento de recuperar esta estampa que, sin duda, mejora el palio notablemente.
La hermandad disfrutó de su nuevo recorrido por la plaza de San Juan de Dios, y también de regreso, por la plaza de San Francisco o la calle Nueva. Unas calles impensables de recorrer para la cofradía que, sin embargo, el destino ha hecho que tomen por este lugar por primera vez en su historia.
A las 18.30 horas salía la hermandad de las Siete Palabras. Nunca había sido la primera cofradía en entrar en la Carrera Oficial el Viernes Santo, pero las circunstancias propiciaron este hecho. En el año, además, que se estrenaba el paso de misterio, aún en fase de carpintería, obra de Juan Carlos García. Un artista isleño que se encontraba con su mujer, Isabel Mariño en la salida de la corporación viendo por primera vez su obra en la calle.
Aunque con pocos hermanos, la cofradía se dispuso en la calle, aunque con un grupo más nutrido que otros años. Y es que la hermandad está trabajando el acercamiento de sus hermanos y atraer nuevos a la cofradía.
Era el momento de salir a la calle este Viernes Santo. La cuadrilla trabajó muy bien la salida del nuevo paso, escuchando las órdenes de su capataz, Francisco Molina, a la perfección. En poco más de 15 minutos la cofradía ya estaba en la calle. Ahora llegaba el momento de preparar el paso -subir la cruz del Señor, poner las patas y bajar las nuevas caídas-, para empezar a andar al son de a marcha Sed y Piedad con la calle Merced en dirección a la plaza de las Canastas.
Cuando aún quedaba algún rayo de sol en la calle la cruz de guía de Buena Muerte se plantaba en la plaza de San Agustín. En el interior del templo, silencio y oscuridad para velar a la muerte más bella con esta imagen de autoría desconocida. Y junto a Él, Ella, que pasa desapercibida al lado de su Hijo pero con una talla maravillosa.
Un nutrido grupo de hermanos formaban parte del cortejo que iba andando por la calle San Francisco con las luces apagadas. Mientras sonaba el primer motete, el capataz del paso, Pablo Lacave, ordenaba salir el paso exornado con flores silvestres.
Pasados 10 minutos comenzaba a andar el Señor acompañado por una importante penitencia. Y tras ella, los hermanos que acompañaban a la Virgen con el cirio al cuadril.
También importante el número de hermanos que formaban parte del cortejo y que se disponían en la calle mientras que el nuevo capataz del paso de palio, Joaquín Cortés, ordenaba acercar a la Virgen al dintel de la iglesia de San Agustín.
Sobre la rampa, con cuidado y mimo, fue saliendo el palio para poner después las patas y comenzar a andar con toda la candelería encendida por las calles de Cádiz en este Viernes Santo.
Mientras que Buena Muerte recorría todo su camino a oscuras y casi en un profundo silencio de la ciudad, la hermandad de las Siete Palabras Y Expiración hacían su camino acompañado por marchas procesionales que ponían el contrapunto de la semana.
Ya en la Madrugada del Sábado Santo salía de Santiago la Congregación Ecce Mater Tua. Otra de las grandes devociones marianas de la ciudad en la que sus hermanos participan, antes de la salida, en la Hora Santa en el interior de la iglesia alrededor de la Señora.
Con el anuncio del cortejo con el sonido de las matracas los hermanos iban andando en la calle mientras se rezaba el rosario. Entre las novedades, el libro de los difuntos, en donde están recogidos los nombres de los directores que ha tenido la congregación en su historia y de todos sus hermanos. Una gran labor de investigación que ha relizado Julio Molina Font. Un libro acompañado por 6 faroles, también de estreno y con un paño mortuorio que ha recuperado de la congregación
En apenas unos minutos salía la imagen a la plaza de al Catedral para iniciar su rápido caminar por el casco histórico. Y es que en apenas 3 horas los hermanos realizan esta protetación pública de fe revestidos en su hábito con gato y, la mayoría, con sus pies descalzos.
Y un año más llamaba la atención el numeroso grupo de devotos y hermanos de penitencia tras el paso de la Dolorosa.
Con el sonido de las horquillas se ponía punto y final a una jornada maravillosa de Viernes Santo.
Año
2017
Imágenes
Tres cofradías el Viernes Santo y una en la Madrugada de Sábado Santo realizaron salida procesional
Fecha