La mañana del Lunes Santo sirvió de magnífico prolegómeno para una vistosa tarde de desfiles procesionales. La Viña, San Francisco y el Mentidero se preparaban para la tarde esperada por todos los hermanos durante todo el año. Los templos abiertos han sido testigos de un ir y venir de devotos, fieles y curiosos que en una mañana soleada iba a visitar a los titulares que hoy han procesionado.
La primera en salir fue la Palma que a las tres de la tarde inició su recorrido por las calles viñeras con el paso del Cristo de la Misericordia finalizado. Un proyecto que ha tardado treinta años en ser conseguido. Otros de los estrenos de que se pudieron ver ayer fueron los dos laterales de los respiraderos y la restauración de la cruz de guía. El barrio de la Viña esperaba con anhelo el regreso de su cofradía y volvió a vivir los sentidos momentos en la recogida del Cristo de la Misericordia y de María Santísima de las Penas.
El convento de San Francisco vivó otro histórico Lunes Santo. El Nazareno del Amor y Nuestra Señora de la Esperanza comenzaban su procesión a las cuatro y cuarto de la tarde en una plaza que cada año se convierte en uno de los lugares más emblemáticos de la Semana de Pasión gaditana. Entre los estrenos que presentaba un simpecado bordado en oro sobre terciopelo verde esperanza, la restauración y plateado de los varales del paso de palio y la restauración del juego de inciensarios y las navetas.
El Prendimiento protagonizó la jornada más significativa en el barrio del Mentidero de la Semana Santa gaditana. Un Lunes Santo en el Carmen que mantiene la salida por una Alameda que es un hermoso marco para acompañar a las imágenes de Jesús en su Prendimiento y María Santísima del Patrocinio. En este año la cofradía estrenaba el plateado del respiradero frontal del paso de palio.
La segunda de las citas en la Plaza de San Francisco evocaba una de las estampas más significativas del Lunes Santo gaditano. La cofradía más antigua de la ciudad discurría con sobriedad acompañada de los sones de la capilla musical. La Soledad y el Lignum Crucis completaban el cortejo de la primera de las cofradías de negro de la Semana Mayor. Entre sus estrenos contaron con el banderín Franciscano-Fundacional, el asta y las dos varas de acompañamiento para la nueva insignia. Además de el juego de ocho violeteras para las andas del santo Lignum Crucis y veinticinco túnicas de ruán para el cortejo penitencial. También estrenaban la marcha procesional "Soledad, Madre de la Vera-Cruz".
Año
2019
Imágenes
San Francisco, la Viña y el Mentidero protagonizan una completa jornada con las cuatro cofradías que procesionaron por la ciudad
Fecha