Y se paró el tiempo
Y se paró el tiempo
El coro de Juan Antonio Lamas pero, sobre todo, la comparsa de Quiñones y El Noly salvaron la noche del viernes. Y es que la calidad del resto de las agrupaciones que pasaron por las tablas del Gran Teatro Falla no superó la media esperada por los buenos aficionados del Carnaval. Pero el pasodoble compuesto por El Noly para los relojeros de ‘La corona’, llevó al patio de butacas a un momento de paz. El conjunto dirigido por el pregonero de Chiclana, Faly Mosquera, defendió el repertorio como pocos grupos saben hacerlo. El escenario era poco espacio para cantar lo que sienten por Cádiz, para defender a la ciudad con su repertorio, para intentar que no se pare el tiempo en esta ciudad. El coro de la cooperativa de Lamas, Procopio, Peñalver, Cárdenas Calle y Antonio Martín trajo hasta el teatro un coro que sonaba a Viña, como sólo lo sabe componer Antonio Martín. El coro, cada año más trabajado y con mejores voces, representaba ‘El asedio’ de Cádiz en 1811, y como los diputados, la milicia de voluntarios y el pueblo llano se refugiaba en los mesones para hablar de la futura Constitución. La actuación contó con la colaboración del Niño de la Leo en la presentación. Este coro ha venido con el propósito de estar en la Gran Final. El 1º accésit les supo a poco a este grupo el pasado año. El resto de la sesión fue plana. La chirigota de Trebujena no tuvo tanta suerte como sus paisanos el pasado día de ‘Los que viven de la gorra’. Representaban un banquete de bodas en el que solo ellos se lo pasaron bien. Después, la comparsa de Algeciras, ‘El baúl de los locos’, con un tipo que recordaba al de la comparsa de Antonio Martín, ‘Las locuras de Martín Burton’. Un hilo conductor, además, ya muy explotado en el Concurso, las cuatro modalidades del Carnaval. Antes de la comparsa de Quiñones, ‘Los viajes de corte inglés’, que representaban a la vuelta el mundo en 80 días de Willy Fog. Un grupo con muy poca fuerza y con muy poca fuerza, como la chirigota de Sanlúcar de Barrameda, ‘Los vientrecitos sueltos’, que, al menos, contaron con el apoyo del numeroso público que había venido desde su localidad a apoyarles. La comparsa de Huelva, que trajo a Cádiz un repertorio localista, pero de Huelva, que no se entendió demasió bien en el patio de butacas. Y es que la comparsa actúa en martes en el concurso de Carnaval de su ciudad. La chirigota de El Pellejo, ‘La familia numerosa’, lo intentó pero tampoco tuvo demasiada suerte. Cerró la sesión ‘Los saturnino’, la comparsa sevillana de Javi Cuevas que en 2010 fueron ‘Los Pérez’, y que lo intentaron con un grupo bien afinado, con buenas voces y trabajada. La penúltima sesión de la fase clasificatoria sólo ha hacen atractiva dos chirigotas y una comparsa: la del Sheriff y el regreso del grupo de ‘Las viudas’. Los primeros se presentan como ‘Cai Story’, un tipo basado en la popular película de Pixar pero “gaditanizada” por el grupo que el pasado año obtuvo el segundo premio de la modalidad. Los segundos serán la primera chirigota que actuará esta noche. Desde 2006 no actuaban en el Falla, con ‘Las que salieron del bote’, pero cinco años después se han unido y vienen con fuerza para reivindicar el ritmo del tres por cuatro clásico con ‘Los que siempre les toca bailar con la más fea’. También regresa Pedro Romero, junto a Domingo Pina, con la comparsa ‘Los ruletas’. Esta noche también nos traerá el primer coro de Córdoba, ‘Los mon amour’, la comparsa de Germán García, ‘Los niños del barrio’, la comparsa de Barbate de Cardoso, ‘El rey de mi casa’, que el pasado año fueron ‘De estraperlo’, el cuarteto de Algeciras, ‘Aquí el que no corre vuelva’, que pasado año, a pesar de pasar a la Gran Final, consiguieron solo un 1º accésit, y cerrará la sesión la chirigota ‘Él, la parca y nosotros nos lo llevamos’, un grupo de nueva formación.
Chirigota, la familia numerosa
Cantando en familia
La chirigota de Cádiz se presenta como un matrimonio que ha tenido a diez hijos, cada uno muy diferente, y ellos están contentos, aunque ahora con la crisis nadie quiere tener una familia. Los pasodobles, que suenan añejos, el primero a Cádiz, pero refiriéndose a la importancia que tuvo la ciudad hace dos siglos que fue referencia para España. El segundo pasodoble, sobre el maltrato a los menores, y las madres que "matan" por su hijos. El primer cuplé sobre un hombre que debía mucho dinero a la gente, y se pone barba, pero cuando se miraba al espejo, se pedía el mismo dinero. El segundo a El Canijo, que dicen que se va a sacar el carné del coche, y en lugar de darle la L en la autoescuela, le dan la XXL. El popurrí, los chirigoteros gaditanos contaron como es la vida diaria de esta familia: la compra, convivir... y terminaron arrancaron las palmas de patio de butacas.
Comparsa, el coleccionista de risas
Cazadores de todas las risas
La comparsa de la peña Enrique Villegas de Huelva representan a uno cazadores, pero muy especiales, de risas, y tienen felicidad. Ellos explican los tipos de sonrisa que existen: la risa de un niño, de su madre, del “politiquillo”, hay risas falsas bien pintadas. Y la risa de Cádiz se le ha colado por la sangre y la quieren atrapar. El primer pasodoble al Carnaval, al mes de febrero y lo que van sintiendo durante todo el año preparando su comparsa, por eso para ellos todo el año es Carnaval. El segundo, sobre las desigualdades económicas que existen entre los países. El primer cuplé, sobre Belén Esteban y sobre la posibilidad de ser presidenta de España. El segundo, sobre las cenizas de su cuñado, con la que se hace su hermana un consolador al que le llama ceniciento. En el estribillo, homenaje a Rafaela Carrá. El popurrí muy localista, es decir, para Huelva, por eso, quizás no ha calado mucho en el patio de butacas.
Chirigota, los vientrecitos sueltos
¡qué cagada de chirigota!
A oscuras, dicen que todo el mundo pensaba que con ese nombre, la gente se piensa que van a salir en el cuarto baño, pero en su barrio le llaman ‘La Shakira’. Se enciende la luz, y aparecen vestidos de las chicas que bailan la danza del vientre, acompañadas por la profesora de baile. Muy aplaudido por el público de Sanlúcar que se dio cita en el gallinero del Gran Teatro Falla. El primer pasodoble, después de las indicaciones de la profesora, es el de presentación de las agrupaciones que no son de Cádiz. Ellos quieren aprender del ingenio gaditano, porque nunca han sentido latir su corazón como cuando están sobre las tablas del Falla. El segundo, sobre la crisis, y cómo ha afectado a sus casas, que hasta han tenido que ir a casa de su madre para poder comer. El primer cuplé, estas chicas que bailan la danza del vientre dicen que en gimnasio disfrutan mucho con la bicicleta sin sillín. El segundo, comparan a un chirigotero con Nacho Vidal. Sin sentido. El estribillo, cantado por sus seguidores sanluqueños desde el patio de butacas. El popurrí, peor que el resto del repertorio. Sin sentido, sin gracia. No tienen grandes pretensiones esta chirigota que ha venido a pasar el rato, aunque al público no le ha hecho pasar un buen rato.
Comparsa, la corona
Buenas manos para arreglar el reloj de cádiz
La comparsa de Quiñones y El Noly se presenta como unos relojeros que no son dueños de su tiempo. No quieren malgastar el tiempo cantando las penas de Cádiz. El tiempo es oro para esta ciudad. Y si Cádiz fuera un reloj de sol marcaría las horas sobre la balaustrada. El primer pasodoble, con una maravillosa música de El Noly, es un piropo a Cádiz. Muy entregado el grupo capitaneado Faly Mosquera, finalizando el pasodoble. En el segundo cuentan la historia de un chico que ha quedado marcado por los abusos sexuales de un sacerdote y le pide a un sacerdote que se quiete la sotana y que se ponga en su situación, porque hay muchos niños engañados con falsos cariños. El primer cuplé hablan sobre el grupo, señalando que no hay nada más largo que la cara de Mosquera después de irse los octavillas. El segundo, sobre el Jurado, que no son doctores, sino que son ATS porque sólo quitan puntos. El popurrí explican que Cádiz es como un reloj, que se luce como algo preciada, pero sin preocuparse de cómo está la maquinaria por dentro. En otra cuarteta, explican que se les paró el tiempo cuando tuvo un hijo, por eso piensa aprovechar el tiempo. A continuación, quieren cambiar las piezas de este reloj que ya no funcionan, que siempre van a la derecha. Quieren cambiar el modelo de ciudad, porque aún queda tiempo. Para terminar, piden que les den cuerda porque no quieren ver morir a Cádiz.
Chirigota, los viajes de corte inglÉs
La vuelta al mundo en 20 minutos de willy fog
La chirigota de El Puerto De Santa María representa el viaje al mundo de Willy Fog. Además del conocido viajero le acompañan Rigodón, una india, un policía. Muy desafinado el final de la presentación. De presentación también fue el primer pasodoble. Para ellos, si vienes a Cádiz un día ves ochenta diferentes, por eso están encantados de venir aquí. El segundo, sobre el divorcio de una pareja a la que se "le acabó el amor". Una separación amistosa, y ellos prefieren no llevarse nada porque lo que se llevan del matrimonio, aunque haya fracaso, "es muy grande". Clara influencia de Bienvenido en la composición de la música del pasodoble. El primer cuplé sobre la crisis y todo lo que ha subido, y hasta la Virgen del Belén no ha dado a luz, "ha parío y punto". El segundo cuplé, sobre diferentes grupos del Carnaval de Cádiz e intentan hacer un chiste sobre Quiñones. El popurrí, como es de suponer, Willy Fog cuenta su viaje por todo el mundo, sin demasiado acierto en las cuartetas. Recorren India, Tierra Santa, Israel, a Suecia, Kansas City, Dubai... Al final del viaje, afinado, es Cádiz, es mejor rincón del mundo, que es donde acaba su mundo.
Comparsa, el baÚl de los locos
El carnaval en cajas
Se levanta el telón la asociación obliga a recordar el tipo de esta comparsa de Algeciras a 'Las locuras de Martín Burton', la agrupación de Antonio Martín. Con una vestimenta, eso sí, más parecida a la que usan las murgas de Montevideo. Ellos están locos por el Carnaval, por las cuatro modalidades, y por esta fiesta, pero que ellos están tan locos como el resto de aficionados. El primer pasodoble, de nuevo el propio de las agrupaciones que no son de Cádiz, en que, además, recuerdan que su ilusión es la misma que la del resto de las agrupaciones que actúan esta noche en el Falla, que casi todas son de fuera de la ciudad. La ilusión de ellos no es Concursar, sino pisar las tablas de Falla. El segundo, un poco lioso, hablan de una anciana que ha sido abandonada por sus hijos y ellos le leen unas cartas que no son reales, en donde le crean la ilusión de que van a venir por ella para que muera tranquila. La música es también muy complicada. El primer cuplés, sobre la supuesta boda de la duquesa de Alba. Sin apenas chiste. El segundo, sobre la crisis, que igual que afecta a la Monarquía, porque doña Letizia repite vestidos, ellos repiten calzoncillos. Y por último, la modalidad que ellos representan, la comparsa. El popurrí hacen un recorrido por las cuatro modalidades. Comienzan por el coro. Abren el baúl, "no el ataud" del cuarteto. Después, le toca el turno de la chirigota, y lo utilizan para marcar el tres por cuatro con los nudillos.
Chirigota, los del sobre
Un regalo poco consistente
La chirigota de Trebujena representan un banquete nupcial con unos novios "muy especiales", Cádiz y Trebujena son la medida de las alianzas. Ellos se imaginan que se casan con el Carnaval. El primer pasodoble, el tradicional de las agrupaciones de fuera, que ellos no se han criado en La Viña, ni se han criado en la cantera. Su escuela ha sido la radio, que le ha permitido escuchar las coplas, y que cuando ven el mar se sienten caleteros. Por eso le dan las gracias a El Lacio de poder venir esta noche con su pasodoble para decirle a Cádiz cuanto la quieren. El segundo, hacen una crítica a la Iglesia y a la visita del Papa, y reniegan de ser cristianos. Esos chicos no saben que pueden ir a su Diócesis, en este caso es la de Asidonia, para ser apóstata, es decir, "darse de baja de la Iglesia". El primer cuplé, a las promesas que han hecho mucha gente como Isabel Pantoja, Aragón, o la alcaldesa. El segundo, relacionado con el primero, y dicen que van a Cortadura para echar el día de playa, y comprueban que la alcaldesa ha cumplido la promesa si ganaba España. El popurrí, los invitados cuentan cómo viven la celebración de la boda de sus amigos, lo que comen, lo que beben, cómo bailan, el baile de los novios.
Coro, el asedio
Lucha de coplas doceañistas.
Cádiz. 1811. La ciudad es asediada por los franceses. Constituidas Las Cortes, los diputados doceañistas se refugian en Cádiz, que vienen de todas las partes del mundo, que junto al pueblo de Cádiz y los cuerpos de voluntarios lucharán contra los franceses. Y se reúnen en un mesón de Cádiz donde se encuentran todos y, con sones flamencos al toque de El Niño de la Leo, se presentan para defender a la ciudad. Los tangos, que suenan viñeros -están compuestos por Antonio Marín-, el primero, de presentación "o de medía", en que este coro anuncia que viene con un tango nuevo para Cádiz, y lo seguirá la cantado aún después de muerto. El segundo, una crítica al Gobierno, central, autonómico y local, porque hablan del Bicentenario y nadie pone remedio a la situación de crisis, y se distrae a la población con tonterías. El primer cuplé, sobre la Ley del Tabaco, que le han puesto varias multas, y se llevó a una novia y le multaron "porque estaba fumando en pipa". El segundo cuplé, cuenta que estaban con su mujer probando diferentes "posturas" sexuales, y siempre se caía, y le echan la culpa a los controladores. El estribillo, simpático. El popurrí, que comienza con el himno francés y cambia a un tango gaditano y que sirve para que este grupo cuente la historia del asedio de Cádiz durante dos años, en los que se defienden con coplas. Cuentan cómo eran los días aquellos y cómo se prepara la primera Constitución española. Al final, se escuchan las bombas que tiraban los franceses contra Cádiz, mientras que se van"para la calle Santa Inés".
Chirigota, la tengo encantÁ
Encantadores sin encanto
La chirigota de Estepona se presenta como un cuadro flamenco pero de indios, “porque lo de encantar la serpiente está chungo y no da para comer” pero ellos quieren contagiarnos con su veneno. Aceptable la agrupación, pero sin apenas chistes en la primera parte del repertorio. El primer pasadoble al flamenco, y el segundo, a las mujeres maltratadas. La letra, muy complicada. La música, más todavía. Los cuplés, en el primero, que con la crisis lo han tenido que vender todo, menos a su suegra. El segundo, a la serie de El Internado, que le recuerda a su trabajo, que hay muchos malos, pero su mujer fue al casting y no la cogieron. El popurrí, de peor calidad, en letra, música y entonación, que el resto del repertorio.