El barrio de San Lorenzo, entre el Centro y La Viña, era un hervidero cuando la tarde del Domingo de Ramos se encontraba en su punto más álgido. Todas las cofradías se encontraban en la calle, y solo el viento de Levante estropeaba un poco el paso de los pasos por la ciudad, pero, como decían algunos, “bendito viento que así no nos trae las lluvias”.
Vientos de cambios fueron los que han soplado en la cofradía de Las Penas. Y es que después de que Miguel Ángel Novo agotase los 8 años de legislatura que la Diócesis permite a los cofrades como hermano mayor, José Manuel Romo tomaba por primera vez la vara de dorada en la salida procesional de la cofradía del Domingo de Ramos.
En la puerta de la parroquia de la calle Armengual, las cuadrillas esperaban su momento de que Sebastián Sánchez y Manuel Ruiz Gené diesen la orden de entrada para realizar los movimientos del paso.
En el interior del templo, tranquilidad y esperanza de que la salida procesional saliese a la perfección, estando acompañados sus hermanos por, entre otros, el hermano mayor de Descendimiento, Jacinto Salas, el pregón de la Virgen dela Caridad, Andrés García Requejo, y el concejal del Ayuntamiento de Cádiz, José Macías.
Jesús García Cornejo, el director espiritual de la cofradía, se dirigió a los hermanos apenas diez minutos antes de que comenzase la estación de penitencia y les pidió que tuviesen fe, “aunque la fe solo la puede medir Dios y acompañando a los titulares con el corazón”, y pidió una oración “por aquellos que no tienen puestos de trabajo y que Cristo sufre por ellos”.
Tras la lectura del Evangelio, Jesús Carmona comenzó a organizar la procesión y, cuando el paso de misterio se disponía a realizar el movimiento hasta la puerta de la parroquia, los hermanos rezaron un Padre Nuestro. En el interior de la iglesia, el tallista Juan Carlo García, miraba atento el trabajo realizado en el paso de misterio, al que sólo le falta el lateral derecho para completar su trabajo.
A las 18.35 horas el Señor estaba a pocos minutos de superar el dintel de la puerta y, tras los sones de la Marcha Real comenzó a sonar la marcha Señor de Las Penas, interpretada por la banda de Enrique Galán, echando a andar por la calle Sagasta a las 18.55 horas.
Tras el paso de misterio, los hermanos de la Virgen formaron el cortejo hasta que las 19.05 hora el capataz Manuel Ruiz Gené dirigía la maniobra del movimiento y en tan solo cinco minutos más, el palio de la Virgen de la Caridad se encontraba enfilando la calle Sagasta. Tras la primera levantá realizada por el hermano mayor dedicada a los hermanos fallecidos y, en especial, al que fuera capataz del palio durante muchos años, José Soto Anillo, el palio comenzó a andar escoltado por el Grupo de Reservitas Voluntarios y la Guardia Civil para llegar hasta la calle Hospital de Mujeres, recorrer la plaza de las Flores y entrar en la Catedral para realizar su estación de penitencia.
