Era la única cofradía que no debía cambiar de hora de salida, las 19.25 horas, aunque sabía que el retraso de las tres que forman parte del Lunes Santo podía suponerle alguna demora a ellos. Pero la hermandad había entendido la especial situación de esta jornada y las consecuencias que podía tener. Tras el rezo de las Cinco Llagas, a las 19.15 horas comenzó a preparse el cortejo en la iglesia de San Francisco de la cofradía de Vera-Cruz. La única de 'negro' en el Lunes Santo que destaca por ser 'de bulla'.
Puntual, la cofradía que preside el pregonero de este año, Miguel Morgado, abrió las puertas de la iglesia de San Francisco, cuando aún pasaba por allí la banda de música que acompañaba a la Virgen del Patrocinio. Cuatro cirios acompañaban a la cruz de guía en el cortejo que fue disponiéndose d manera correcta en la iglesia, con la colaboración de los hermanos de El Caído, encabezados por su hermano mayor, Pedro Pablo Reynoso.
Entrega de cirios verdes (símbolo de la cofradía) a los hermanos de fila que lucía muchos la nueva túnica de ruán, la reliquia del 'Lignum Crucis' portada en un pequeño paso llevado a hombro por cuatro acólitos, y no por un paso tirado a ruedas como el pasado año. Delante de la misma parihuela se situaba la capilla musical. El paso iba exornado con claveles rojos y escoltados por cuatro grandes fanales con cera verde.
Tras el cuerpo de acólitos, miembros de la Policía Nacional vestido de gala antes del paso, que las 19.30 comenzó a realizar la maniobra de salida, que se complicó demasiado, ya que las potencias del Cristo casi rozaban con el dintel de la puerta de la iglesia de San Francisco. Finalmente, a las 19.40, y después de unos agónicos minutos, la imagen del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz se encontraba en la plaza de San Francisco, aunque no empezó a andar hasta las 19.45 horas, cuando la imagen ya estaba en pie. El paso iba exornado con claveles rojos, esparraguera, espinos y cinco rosas rojas que representaban las cinco llagas.
En la sección de la Virgen destacaba la Bandera Concepcionista, acompaña por cuatro cirios azules (anteriormente se lo habían a cuatro hermanos que iban junto al Simpecado, subsanando rápidamente el error). A las 19.55 se procedió al movimiento del paso de palio, exornado con calas y jazmín y que estrenaba dos candelabros de entrevarales ejecutados en el taller de orfebrería de los Hermanos Ramos Espinosa en La Rinconada, en Sevilla.
Una vez enfilado el paso, como siempre se realizó la complicada maniobra de salida, para que la que tienen que utilizar cuerdas y tirar del paso. Después de que el capataz, Manolo Cortés, indicase la maniobra, la imagen de Nuestra Señora de la Soledad comenzaba a andar por las calles de al ciudad pasadas las ocho de la tarde. La hermandad, de nuevo, ha utilizado cirios votivos en las 'marías', las velas que están más próximas a la imagen de la Virgen. En esta ocasión representan a Juan Pablo II, la Virgen de Chestokova, el beato Guillermo Chaminade, la Virgen del Pilar, el diácono San Lorenzo Mártir y Nuestra Señora de los Dolores, además del de los ciriales, donde estaba representado el anagrama de María; la corona de espinas y clavos; la jarra de azucenas, símbolo de la Pureza y el corazón con las Sietes Espadas.
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