El Domingo de Ramos amaneció con un amenazante cielo plomizo que, después de la lluvia caída el sábado, hizo que los cofrades de las cinco hermandades vivieran las horas previas con el habitual nerviosismo e intranquilidad. La mañana siguió entoldada y eso hizo que el Consejo Local citara a los representantes de las cinco hermandades del día para reunirse y analizar la situación motivada por el riesgo de lluvia que los partes meteorológicos daban. Mientras, la alcaldesa, junto a varios concejales de su equipo de Gobierno, visitaba los templos de las cinco hermandades para departir con los cofrades y desearles suerte en la estación penitencial.
La reunión comenzaba a las 12.15 horas y se daba por concluida sobre las 13.45 horas. Al final se decidió que las hermandades retrasaran media hora la salida y, por tanto, se cambiaban también los horarios del recorrido procesional. El hermano mayor del Despojado, Luis Rivero Ramos, se dirigió a los hermanos que esperaban impacientes la decisión final de la junta de gobierno que se reunía minutos antes en el mismo centro escolar. La decisión de que la hermandad iba a salir fue recibida con aplausos por parte de todos los hermanos.
A las 14.25 horas en punto, la cruz de guía de la Hermandad de Jesús del Amor Despojado de sus Vestiduras salía del pabellón del Colegio Salesiano para realizar su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral. Tras ella marchaban los tramos de hermanos -con los primeros cirios al cuadril de esta nueva Semana Mayor- ataviados con el hábito nazareno totalmente blanco. El paso, portado por la cuadrilla de hermanos que dirige Joaquín Cortés, hacía su aparición minutos después con los sones de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Rosario de Cádiz que interpretaba el Himno Nacional.
En la presidencia, junto al hermano mayor y miembros de la junta de gobierno, figuraba el concejal Bruno García, en representación del Ayuntamiento; el exdirector del centro, Juan Carlos Pérez Godoy; y el actual director del colegio salesiano y director espiritual de la hermandad, padre Javier López Luna.
El cortejo continuó por la avenida María Auxiliadora y calles del barrio de San José para atravesar la avenida principal y procesionar luego por el Paseo Marítimo, un lugar emblemático donde la hermandad luce una enormidad. La formación musical fue interpretando variadas marchas que hacían más llevadero el trabajo de los cargadores.
