Otra corporación más que se queda en casa. La Hermandad del Santísimo Cristo del Descendimiento de la Santa Cruz no procesionará tampoco este año, según decidió la junta de gobierno tras la reunión mantenida al filo de la medianoche.
Los cofrades de San Lorenzo sopesaron lo que le ocurrió el pasado año cuando, con amenaza de lluvia, salieron a la calle y cuando procesionaban por la calle Hospital de Mujeres tuvieron que regresar a su templo porque comenzó a llover bastante.
Por ello, como los partes meteorológicos no estaban claros a la hora de la salida, la junta de gobierno decidió finalmente no procesionar este año para no verse involucrada en otro nuevo incidente.
El hermano mayor de la corporación penitencial, Francisco Oliva, fue el encargado de informar sobre la triste noticia a los hermanos que esperaban impacientes la decisión final que iba a tomar la hermandad.
Lógicamente, la tristeza inundó las caras de todos ellos y más aún cuando recordaron lo acaecido en la madrugada del Viernes Santo del pasado 2011. Las lágrimas salieron a borbotones en muchos de ellos, pero saben perfectamente que el destino es el que manda y que todo no acaba aquí, el año que viene está a la vuelta de la esquina como quien dice.
El enorme paso de misterio, el único que procesiona la hermandad, aparecía exquisito -tanto por las vestimentas de todas las imágenes secundarias y de la Virgen de los Dolores, como por el sobrio exorno que llevaba- en una de las naves de San Lorenzo.
La junta de gobierno, minutos después de dar la triste noticia a los hermanos, invitaron a todos los componentes del cortejo para que se unieran a la celebración de un solemne y piadoso Vía Crucis claustral presidido por el padre Jesús García Cornejo, director espiritual y párroco del templo.
Por último, tras unos rezos dedicados a ambos titulares, se fue desalojando la parroquia. Un año más, la Hermandad del Descendimiento no pudo estar en la calle y su exquisito paso no pudo ser admirado de nuevo por los cofrades. La junta de gobierno espera sólo que el tiempo varíe y el paso de misterio pueda participar en la Procesión Magna del Sábado Santo.
La cuadrilla de cargadores, al mando de Juan Antonio Gomila Macías, no pudo tampoco catar el paso por las calles de la ciudad ni la Capilla Musical Óptima Matrium pudo dedicar al Santísimo Cristo motetes y saetas antiguas. Otro año será.
