La iglesia de María Auxiliadora ha sido un hervidero durante toda la jornada del Domingo de Ramos. En el interior, muchos de los alumnos, hermanos de la corporación, antiguos alumnos y devotos de María habían asistido a la misa de Palmas presidida por la comunidad salesianas. Emoción y prisas, para comprobar que todo estaba preparado.
Pero no el interior del templo, sino en el pabellón del colegio: en el interior, en el antiguo paso del Cristo de la Misericordia- quizás ya por última vez- esperaba Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras la hora de su salida, sobre su monte de claveles rojo sangre. En este 2013, a las 15 horas, ya que joven corporación ha cedido su lugar a la hermandad de La Paz.
Un día diferente, un día hermoso para los devotos de la imagen. El día más especial. Y al que sus hermanos han sabido responder atendiendo a la llamada de la corporación de aportar 1 kilo de comida antes de la salida procesional. Decenas y decenas de productos habían sido depositados por los más pequeños, mayores y cargadores. Sin duda, una gran respuesta a la llamada solidaria.
A las 15 horas, las puertas del pabellón han vuelto a abrirse un año más para que el Señor recorriese Cádiz. En el patio del colegio, y rodeado de cientos de personas, los tramos de hermanos se dispusieron a andar hasta llegar a la avenida de María Auxiliadora.
5 minutos más tarde, el capataz, Joaquín Cortés, ha dado la orden para mover el paso hacia la puerta del pabellón. Con decisión, la cuadrilla de cargadores ha llevado el paso hacia el dintel, que los sobrepasó a las 15.15 horas. Fue entonces cuando ha sonado la Marcha Real interpretada por la banda del Rosario de Cádiz.
A partir de ese momento, y como ya se ha hecho costumbre, el cortejo ha comenzado a andar con destino a la Catedral de Cádiz por el Paseo Marítimo.
Un cortejo donde ya lucían los los juegos de varas de presidencia, la del hermano mayor y la de vice hermano mayor, además de las varas de acompañamiento del Senatus.



