Júbilo, alegría y optimismo en el patio de San Severiano, la junta de gobierno de la cofradia de Jesús en el Huerto y Nuestra Señora de Gracia y Esperanza ultimaba los detalles previos a la salida.
Los hermanos se disponían a formar las secciones, todo estaba preparado con gran cariño y fervor. El rosario de plata que los cargadores de la Virgen han regalado a su titular y que estrena en esta preciosa tarde, los bordados del túnico de Jesús orando en el Huerto realizados por Rosa María Reyna Cabrera que ha tenido el honor de dar la primera levantá. Pero no ha sido los únicos estrenos pues también se han estrenado las maniguetas traseras del paso de misterio.
A las cinco de la tarde puntualmente se abrían las puertas de San Severiano, la Cruz de Guía anunciaba el comienzo de la procesión, el público se agolpaba con ilusión ante las puertas, tras la jornada triste del Miércoles Santo en la que ninguna de las cofradías y hermandades de la ciudad pudieron procesionar, una vez más se cumplía el refrán y es que no hay tres jueves en el año donde brille más el sol y hoy hemos tenido una preciosa tarde de sol en la Tacita de Plata.
Doscientos hermanos formaban la comitiva que llevaba como acompañamiento musical a la Agrupación Musical Polillas para el paso de misterio y a la Agrupación Cultural de Córdoba Cristo del Amor para el paso de palio.
Eran las cinco y cuarto cuando el paso de misterio de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto se disponía a salir por las puertas de la parroquia de San Severiano, la imagen de Jesús resplandecía ante una preciosa tarde primaveral y el túnico bordado por Rosa María Reyna, hermana de la cofradía, por fín lucía completo tras su estreno en la procesión Magna de 2012. Pero había más detalles a tener en cuenta, la devoción al Papa Francisco también tenía su seña en el paso de misterio al lucir la talla de San Pedro el escudo papal en su hombro derecho.
Llegó el momento de la primera levantá y sonó la marcha real, y en ese instante la música se fundió con el acompañamiento de los aplausos del públicos, y así el paso fue poco a poco saliendo a la calle y marchando en dirección a la calle Acacias, mientras por detrás empezaban a vislumbrarse las secciones de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza.
Serían las seis menos veinticinco cuando se daba la primera levantá de la Madre de Dios y de todos los cristianos, en esta ocasión se dedicaba a todos los hermanos y fieles de la cofradía, y al son de 'Hosana in Excelsis' salía la guapa de San Severiano, ataviada con sus mejores galas, señorial y entrañable.
No eran las seis de la tarde cuando la comitiva estaba al completo y procesionaba de camino a Cádiz para realizar su estación de penitencia en la Santa Iglesia Catedral y dar testimonio de fe a gaditanos y visitantes.
Una tarde de jueves santo para recordar tras dos años sin poder disfrutar de un tiempo como el que hoy el cielo nos ha querido regalar.
