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Tras un tiempo de sombras, llegó la luz. Y con fuerza. Una luz que ha iluminado a una hermandad que paseaba entre una oscuridad que sólo provocaba una situación indeseable. 
Un nuevo tiempo. Un nuevo momento. Un nuevo Lunes Santo para la cofradía del Nazareno del Amor. Un Lunes Santo que se inició en la toman de posesión de la nueva junta de gobierno capitaneada por Javier Iglesias. Un grupo formado por gente joven y cofrade que quiere el bien de la hermandad, por encima de todo.
Durante la Cuaresma ha sido intenso el trabajo realizado por este grupo de hermanos, al que se han sumado otros muchos que quieren resalzir a la corporación. Ayuda en los montajes de cultos, participación en el vía crucis, montaje de los pasos, preparación de la petalada... y hasta llegar a este día.
Así que, aunque la hermandad no cuente con estrenos materiales, tiene el más importante, el humano. Un grupo formando por más de 200 personas que forman parte de las filas de hermanos que acompañan a sus titulares y que han llenado la iglesia de San Francisco desde la celebración de la misa previa a la salida procesional. Entre esos hermanos, uno de sus fundadores, Eduardo Domenech, que en este Lunes Santo ha cumplido 89 años y sus hermanos han querido felicitarlo. Y junto a él, Antonio Llaves, otro de los cofrades fundadores de esta joven hermandad.
Tras la organización en el interior del templo, la cofradía se puso en la calle a las 17 horas. Los aplausos acompañaban a la Cruz de guía en la plaza de San Francisco que, después de muchos años, no se dirigía hacia la residencia Alvernia, que ha cerrado sus puertas. Así, que la cofradía comenzó  su camino hacia la Cateral por la calle San Francisco. 
Hermanos con hábito de todas las edades, y pequeños paveros que son el germén del futuro de la hermandad. Y a las 17.20 horas, el Nazareno blanco salía de la iglesia de San Francisco en una maniobra dirigida por Ricardo Vicente, que ha tomado de nuevo el martillo del paso de misterio.
La marcha Nazareno del Amor, de Escobar, e interpretada por la agrupación musical Polillas, sonaba en los primeros pasos de la cofradía en la calle. Primeros pasos de una nueva historia.
Tras el paso del Señor el Simpecado de la Virgen de la Esperanza que anunciaba la salida del palio. De nuevo, muchos hermanos revestidos por sus hábitos acompañando a la Dolorosa realizada por Luis Jiménez.
Sobre su palio, comenzaba a andar desde la capilla de la hermandad hacia la puerta principal de la iglesia de San Francisco a las 17.35 horas, una maniobra dirigida por Juan Manuel Cañuelo Deudero, que se estrenaba como capataz.
La Señora salía a la plaza de San Francisco a las 17.45 horas, camino de la Catedral de Cádiz, donde una lluvía de pétalos de flores esperaba a María Santísima de la Esperanza antes de llegar a la Seo gaditana. 

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El amor y la esperanza inundan cádiz en tiempos de crisis
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