transforma este día para poner a los pies de su Cristo y rendirse ante su Reina. Misericordia y Penas. Las dos devociones de la pequeña iglesia de La Palma que es capaz de acoger a cientos de personas.
La fiesta se ha vivido en este barrio desde por la mañana. Un rosario de devotos se acercaban hasta el templo de La Viña para ver de cerca al Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de las Penas.
Una mañana que estuvo marcada por distintos momento emotivos, como la entrega de 1.000 euros de la cofradía a Cáritas para ayudar al barrio. Un dinero que la corporación tenía previsto destinar al dorado del paso y que ha querido entregar a esta organización para aliviar las necesidades de este barrio.
Y entrega de una ofrenda floral de la hermandad de Las Aguas, hermanada con la cofradía de La Palma, con la presencia de su hermanos mayor, José Manuel Silva, y su director espiritual, el padre Ignacio Sánchez Galán. Además de la tradicional visita de la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, a la corporación y rezarle al Cristo viñero.
A esa hora ya estaban colocadas sillas en la calle Virgen de las Penas, Hermano Ignacio o la plaza Pinto. Y es que nadie quería perderse el momento del reencuentro del Santísimo Cristo con su gente.
Y desde las tres de la tarde la calle de La Palma era un hervidero de gente: turistas que degustaban un buen pescado en las terrazas de la calle, y los devotos que quería ver la salida de la corporación en la cale.
A las 15.45 horas, puntual, se abrían las puertas de la iglesia de La Palma para que la Cruz de Guía se pusiese en la calle. Hermanos con capirote de terciopelo azul y hábito blanco inundaban el cielo de La Viña acompañando al Cristo de la Misericordia.
En el interior del templo los hermanos Martín ordenaban el movimiento del paso, que encontraba en la capilla del Sagrario, ante la atenta mirada de la alcaldesa de Cádiz, la concejal Mercedes Colombo o el delegado de Cultura, Alejandro Varela, entre otros.
El reloj no había marcado aún las cuatro de la tarde cuando el paso del Cristo de la Misericordia salía a la calle de La Palma mientras sonaba la Marcha Real. Palmas para el Señor y una saeta, la primera, para aliviar las penas. Y después, los sones de cornetas y tambores de la banda de Utrera, que de nuevo acompaña a este misterio.
Y como siempre, una nutrida penitencia tras el paso del Señor que salía del patio del colegio La Salle.
Mientras, desde el interior de la iglesia los hermanos que acompañaban a María Santísima de las Penas iban saliendo los tramos de hermanos que acompañaban a la Señora.
Y comenzaba la difícil maniobra de salida dirigida por Ramón Velázquez, que lleva más de 25 años delante de este palio.
Casi a la altura de sus devotos que quedaba la Dolorosa y enfilando la estrecha puerta de la iglesia de La Palma.
Y llegó el momento de acompañar a su Hijo en su caminar por Cádiz. Cuatro y media de la tarde. Su hora. La hora de aliviar las penas de sus hijos, de su barrio.
Tras colocar las patas del paso y colocar los faldones, la Virgen de las Penas comenzó a andar con su marcha, Virgen de las Penas, que compuso Abel Moreno para engarzarla con la marcha ‘Luz en tu Soledad’ por la banda de la Soledad de Cantinalla. Una marcha que consiguió arrancar lo vivas y los oles de un barrio que le gritaba guapa a su Reina.
Ya está La Viña en la calle. Ya va repartiendo Misericordia por Cádiz. Ya alivia las Penas de sus hijos.
Año
2015
Imágenes
Cientos de devotos no faltan a su cita con la cofradía del barrio de La Viña
Fecha