El sol y el olor azahar se aliaron en una magnifica tarde de Lunes Santo para que numerosos gaditanos tuvieran la oportunidad de disfrutar de una de las estampas más clásicas de la Semana Mayor gaditana en la Plaza de San Francisco. Un entorno urbano siempre deseoso de acoger a una de sus hijas más ilustres y queridas, como es la hermandad franciscana.
Dentro del templo se respiraba el ambiente de una penitencia que vivía los instantes previos a su gran jornada entre la ilusión y la efervescente inocencia de los numerosos niños presentes, lo que certifica el espíritu rejuvenecedor entre los miembros de la cofradía impulsada desde su Junta de Gobierno en los últimos años con el objeto de garantizar el futuro desde el presente. Todo ello en contraposición con el momento siempre especial, íntimo y espiritual de aquellos hermanos más veteranos, que hacían suyo estos minutos antes de la hora de la salida entre el más sentido recogimiento y el frenesí de los últimos preparativos.
Con puntualidad, y a las cinco de la tarde, la Cruz de Guía se dejaba saludar por los primaverales rayos del sol de San Francisco, mientras la nutrida penitencia del Nazareno del Amor discurría con orden desde la nave central hasta la plaza gaditana.
Los 62 cargadores del Cristo dirigidos por Ricardo Vicente Carro rezaron con devoción un Padrenuestro antes de sacar con sumo cuidado al misterio del Cristo desde la iglesia conventual hasta la Plaza de San Francisco bajo los sones de la música a cargo de la Agrupación Musical Polillas.
El multitudinario público que aguardaba desde más de una hora pudo contemplar los estrenos que presentaba para este 2015 las imágenes de Jose Rivera y Alfonso Berraquero como son las nueva túnicas y las potencias del Señor restauradas en el taller de Juan Rivera. Por su parte el paso lucía dos cartelas nuevas talladas por Luis González Rey, un autor que además restauró la imaginería menor.
La primera 'levantá' estuvo dirigida por Jose Luis Salido a quien la hermandad reconoció por su gran cariño e implicación siempre con la cofradía, la cual le transmitió sus mejores deseos para su pronta recuperación de la enfermedad que actualmente padece el franciscano.
Veinte minutos después fue la Virgen de la Esperanza la que no demoró mucho más su tiempo de espera para estar un año más con los gaditanos llevada por los 62 cargadores dirigidos Juan Manuel Cañuelo Deudero.
Para esta ocasión fue la pregonera de la Semana Santa de Cádiz 2015, Rosa María Cossi, cofrade del nazareno del Amor, y quien también estuvo a cargo del pregón de la Virgen de la Esperanza en diciembre de 2012. Por lo que supuso un acto muy especial y emotivo para esta gaditana tan comprometida con todo lo relacionado con su hermandad.
A continuación la puertorrealeña banda de música de Pedro Álvarez Hidalgo acompañó musicalmente a la Virgen de la Esperanza en su entrada por la calle de San Francisco, y cerraba la Estación de Penitencia de un Nazareno del Amor que de nuevo llevaba a las calles gaditanas sus virtudes de la caridad, el sacrificio y la esperanza.
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