Es la devoción de Cádiz. De eso no hay duda. Por eso desde el Miércoles Santo ya había apostadas sillas en la calle Jabonería para coger un lugar privilegiado y ver cerca al Señor de Cádiz. A las ocho de la tarde de este Jueves Santo, las puertas de Santa María se abrirían un año más para que el Nazareno recorriese las calles de su ciudad.
Por la mañana, todo estaba preparado. Sólo a la espera de que la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, le entregase el bastón de mando de la ciudad. En esta ocasión, además, no le hizo entrega del suyo, sino del que fuese alcalde de Cádiz y hermano mayor de la corporación, Cayetano del Toro. Y es que en este 2015 se conmemora el centenario de su muerte. Un hombre que fue el gran benefactor de Cádiz y, especialmente, de las cofradías.
A las 11 se celebraba este acto casi en la intimidad, ya que muy pocas personas estuvieron presentes. Aunque no faltaron los incondicionales y, en esta ocasión, los herederos de Cayetano del Toro.
Tras cerrar las puertas de Santa María a la una y media de la tarde, la junta de gobierno comenzó a preparar la salida procesional que se iniciaba a las ocho de la tarde.
Puntual se abrían las puertas de esta iglesia escuchándose una gran ovación del barrio.
Tras la Cruz de guía comenzaban a discurrir el cortejo con los hermanos que acompañaban al Señor.
Desde los balcones, esquinas y aceras esperaban el momento de la salida del Nazareno, que se presentaba a Cádiz casi a las ocho y media de la tarde. Tras la Marcha Real interpretada por la banda Enrique Galán de Rota, sonaba la marcha compuesta para el Señor de Cádiz por Abel Moreno, ‘Regidor Perpetuo’.
Sobre su paso de misterio exornado con claveles y rosas rojas, y acompañado por María Magdalena, la cuadrilla dirigida por José Luis Peñalver comenzaba a bajar por la calle Jabonería tras ordenar la primera “levantá” Lilian del Toro, biznieta de Cayetano del Toro.
Después llegó el momento para los aplausos, saetas y vítores para la devoción de los gaditanos.
Tras una larga penitencia asomaban los tramos que acompañaban a la Virgen de los Dolores, que salía casi una hora después de la Cruz de guía desde Santa María.
La que muchos llaman “la Gitana” lucía maravillosa en su palio que presentaba la bambalina frontal restaurada, que se suma al techo de palio que estrenaba el pasado año. Y en un paso exornado por tulipanes, rosas, alhelíes, paniculatas y crisantemos, todos en tonos rosa pálido.
Sonaba tras la primera “levantá” realizada por un cargador la marcha ‘Rosa de mis Dolores’.
De nuevo Santa María se volcó con su Señor, y Cádiz entero se rendía a sus pies por cada una de las calles por la que pasaba, que se quedaba un silencio a su paso.
Año
2015
Imágenes
El Nazareno de Santa María vuelve a encontrarse con los gaditanos una noche más de Jueves Santo
Fecha