Comparsa, los patricios - preliminares

Llamando a la suerte para seguir cantando coplas en su bosque encantado

La comparsa de Córdoba ‘Los patricios’ se presentan por primera vez en el Gran Teatro Falla como duendes de la suerte típicos de Irlanda, “patricios”. Ellos explican que forman parte de una leyenda irlandesa. Estos duendes conocen donde está el gran tesoro de oro. Pero su bosque está lleno de coplas, porque allí es donde está el mayor tesoro, que no son las monedas de oro, sino el amor que pueden vivir con una mujer en él. Música típica irlandesa para esta presentación muy bien interpretada por este grupo cordobés.   Los pasodobles, el primero a un hermano. A esa persona que no te va a fallar y te es incondicional. Hablan de esos sentimientos que se tienen a un hermano, que te duele cuando sufren y vives su alegría. El segundo a Andalucía y una crítica al Gobierno andaluz. Una crítica a la Andalucía que permite los Eres y apoyan a una tonadillera antes de entrar una prisión por blanquear dinero. Critican a la Andalucía que se ha dejado engañar a los sindicatos. Y a la que hace cola para ir al funeral de una “duquesa facha”. A la Andalucía que se está muriendo de hambre, por eso piden, como Blas Infante, “andaluces levantaos”. Bonito el remate del pasodoble, lento y melódico.   Los cuplés, el primero sobre estos duendes. Hablan de su pelo pelijorro, y que no sólo lo tienen en el pelo, sino en todas las partes del cuerpo. Hasta ahí puedo leer, por si hay menores leyendo esta crónica. El segundo sobre el nacionalismo. Dicen que en Cádiz también hay una obsesión por “el nacionalismo”. Tienen un amigo que dicen que le falta el aire “cuando salen de Puerta Tierra le falta el oxígeno”. Y dicen que fue a trabajar a San Fernando y llamó al programa “Andaluces por el mundo”. Mejor el segundo cuplé que el primero.   En el popurrí siguen jugando con las músicas irlandesas y también con músicas melódicas en donde estos duendes mostraron su potencial de voces. Los duendes contaron su historia dentro de su bosque encantado, enseñando lo que son los verdaderos tesoros, y no el dinero.