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  • Crónica
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Tovar hace patria en el falla y se erige como gran favorito acompañado por los caballeros del rey popo arturo

La gran protagonista de la noche de este miércoles fue la comparsa ‘Los gadiritas’. Tino Tovar volvió a demostrar que tiene un don especial para escribir las coplas de Carnaval que escribe. Y cuenta un grupo que lo defiende como nadie. No hay duda que esta comparsa tiene puntos de sobra para estar la semana próxima en la Semifinal y  la Gran Final no es una utopía para este grupo. Los dos pasodobles fueron de nuevo una obra maestra. El primero sobre sus vivencias como autor, y el segundo cómo un padre le habla a su hija sobre el sexo y cómo no jugar con algo tan importante. Y a la magnífica presentación y al buen popurrí se sumaron dos buenos cuplés. Redondo.

La chirigota ‘Los seguidores de Arturito’ demostró, tras su primer fase, por qué es una de las favoritas este año a luchar por todo en el Concurso. Divertida, “bien plantada” en el escenario, y con una buena presentación y un mejor popurrí, posiblemente, el mejor de la modalidad en esta edición. Además, en este pase los pasodobles consiguieron “enganchar” aún más al público que vibró con los cuplés, en especial en el segundo dedicado a la comparsa de Sevilla, ‘Los que barren pa casita’.

El cuarteto ‘Los cansinos’ fue de menos a más en su representación en esta fría noche de febrero. Al dueño del casino, Pepe, a Cristóbal y a El Ruina, se le ha sumado en esta ocasión un jeque árabe con mucho dinero, y en el tema libre la mujer del millonario. Arte por los cuatro costados los que tienen estos jóvenes cuarteteros que no quieren perder la comba con el resto de la modalidad y se despidieron al grito de ¡cuarteto, cuarteto!   Abrió la sesión el coro de Guimerá, ‘Los picaos’, que de nuevo volvieron a agradar al público con este tipo que representa a las tres “pasiones” de Cádiz, el Carnaval, la Semana Santa y el Cádiz Club de Fútbol. Los tangos, uno dedicado a la fuga de cerebros que permite el Gobierno, y otro también contra el Gobierno central, y dos cuplés simpáticos, completaron la actuación de este chiri-coro que podría ser candidato a estar en la Semifinal.

La comparsa ‘Los novios de Cádiz’ realizó un excelente pase defendiendo la comparsa clásica. Un grupo renovado con comparsistas con experiencia y con gente joven, pero que desean mantener la esencia de la comparsa con este tipo de los vientos de Cádiz. Las dos letras de pasodoble que han presentado en esta noche de Cuartos de final le podría valer un pase más, aunque la competencia es muy dura.

La otra comparsa clásica de la noche fue la de Los Majaras de El Puerto de Santa María. Este grupo, escrito por Sevilla Pecci, presenta en el escenario del Gran Teatro Falla un repertorio sencillo pero con mucho contenido, y con la colaboración de El Libi en los cuplés, “ahí es ná”. El primer pasodoble fue un precioso homenaje al Vaporcito del Puerto y a ‘Los hombres del mar’ de Paco Alba, cuando se escribiese el famoso pasodoble dedicado al Adriano III. Un grupo que se quiere despedir del Concurso y, quizás, no lo pueda hacer hasta el siguiente pase de Semifinales.

El coro ‘Los ilegales’ fueron los encargados de abrir la segunda parte. Este coro mixto que representan a tribus urbanas que no quieren seguir las normas para buscar un mundo mejor. Este grupo ha ido mejorando con el paso del tiempo, y precisamente a sus orígenes, a la cantera, dedicaron un tango muy emocionantes. Ellos deben estar muy orgulloso lo que han conseguido en estos años.

La chirigota de Chiclana ‘Los estorninos coloraos’ ofrecieron un buen pase, aunque quizás un poco más bajo de calidad que en preliminares, sobre todo en los cuplés, porque los pasodobles, sobre todo el segundo, fue una bonita letra precisamente al pasodobles.

Cerró la noche la chirigota de Puerto Real ‘¡OBDC Chocho!’. Una agrupación muy simpática, trabajada, y que representaban al ridículo personaje del celosos. De hecho, el tipo no ha agradado en algunos círculos y les han afectado las crítica recibidas. A pesar de eso, ellos han presentado buenas letras con las que quieren seguir luchando, como la primera del pasodobles, donde, precisamente, ellos explican lo que les ha pasado y cómo se sienten. 

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