2020

Una chirigota sin frenos

Cierra la octava sesión de las clasificatorias del Concurso del Falla, la chirigota de Puerto Real, y cabeza de serie del día, No aguantamos más, vamos de impacientes. El pasado año concursaron como Si yo dijese lo que pienso. Se meten tanto en el tipo que salen a escena mientras que lo están presentando a sala. Se presentan cantando el final del popurrí, se marchan y se bajan las cortinas. Vuelven a salir en la escalera de Correos. Se adelantan siempre a todas las cosas. El primero de los pasodobles es un recuerdo a la buena acogida del público con su agrupación el pasado año. Piropean a Cádiz y le dicen cantando que es su manera de agradecer tanto que le ha dado. El segundo a que este año son cabeza de serie, después de quince años viviendo a este concurso. Recuerdan cuando nadie les esperaba y piden respeto para que el teatro se llene con todas las agrupaciones. El primer cuplé a que no saben por qué le dicen que son impacientes. Hasta pasó por el peaje un segundo antes de que lo quitaran. El segundo a lo listo que ha sido siempre el ser humano y sus inventos. El del robot aspirador no ha caído en que es redondo y no quita la mierda de los rincones. Finalizan su actuación con el popurrí. Todos los días se encuentran con Mariano, que es tartamudo y lo pasan fatal. Aventuras de locura en la playa de La Caleta. Desesperados cada vez que ven una película en Antena 3 con los anuncios. Escucharon toser a su abuelo Antonio y se fueron para el tanatorio. Le cuentan un cuento a su niño para dormir a las seis de la tarde. Se quedan con hambre antes de esperar una cola en el supermercado. Repertorio a tope y a un ritmo disparatado. 

Pasito a pasito

Turno en la fase clasificatoria de adultos del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de Cádiz, para la comparsa Los caracoles, que llega desde Punta Umbría. Se presentan sobre las tablas del teatro haciendo un símil de un caracol, caminando pasito a pasito, con su casa a cuesta, y dejando el pasado en el olvido. El primero de los pasodobles al sentimiento de una persona que no se da cuenta de la importancia de sus padres, hasta que no tiene un hijo. Se da cuenta tarde que él creía que lo único que hacían era controlarle, cuando en realidad le protegían. El segundo lo comienzan con el traslado de los resto de Franco desde el Valle de los caídos. Critican los pensamientos que hoy tiene la extrema derecha, rematando que tendremos que volver al monte y preparar ya la guerrilla. El primer cuplé a lo mala que está la cosa en la sanidad. Se rompió una pierna y lo atendieron unos albañiles y escayolistas. El segundo a Kiko Rivera lo delgado que se ha quedado. Ahora se va a hacer un trasplante de pelo, que se lo donará la Pantoja, que a ella se sobra bastante. Terminan su actuación con el popurrí. Son libres, como lo eran cuando niño. El destino les cambió al subirse al escenario. Van recorrido los caminos sin prisa y sin bandera. Cantan a la mujer que un día les dio la vida. Sólo una madre alivia tu viaje, justo antes de volar. Nunca renegará de su pueblo, ni de su casa, “Por ti he perdido la batalla”.

Viva la fiesta

Turno para la chirigota que llega desde la localidad vecina de San Fernando, como Los jartibles de la fiesta. El pasado año concursaron como Las niñas de Mª Carmen. Sale a escenas representando a Domingo, una persona que no se pierde ni una de las fiestas que se celebran al año en cualquier rincón de nuestro país. Por encima de todo, se morirían si por febrero no pudieran cantar a Cádiz. El primer pasodoble dedicado a la pasión que este grupo tiene por los carnavales. Una letra a la ciudad, a la que le dicen que ellos nunca le faltarán para regalarle un piropo. El segundo a las distintas formas que hay de cantar en carnavales, ya sea antiguo o moderno. Defienden las coplas que cantan algunos por pasión, por encima de otros que lo hacen por dinero. El primer cuplé a la niña de la Pantoja que se cree que es una cantante famosa. Como le den un grammy por el disco, se lo va a comer el hermano. El segundo al robot aspiradora. Se le atasco con tanga que había debajo de la cama y ahora va repitiendo, la vecina, la vecina. Terminan su actuación con el popurrí. Cuentan sus vivencias en cada época del año, empezando por las Fallas de Valencia, en marzo. Semana Santa en la que les pasa de todo debajo del paso. En junio la cabalgata del Orgullo. Celebran el cumpleaños de su amigo en San Fermín. No van a Turquía a ponerse pelo, porque tienen solucionado su problema con la peluca de gomaespuma. La partida vuelve a empezar en el mes de enero, porque le recuerda que llega de nuevo febrero.

Saliendo al caer la noche

Desde Sevilla llega a la fase de clasificatoria del Concurso de Agrupaciones del Falla, la comparsa Los del vertedero. Se presentan representando un grupo de ratas que viven en un lugar sin clases sociales, son todos iguales. No hay un paraíso más puro y verdadero, que su vertedero. El primero de los pasodobles una crítica al Partido Socialista de Andalucía, al que le dicen que dejó de lado al obrero, para gastarse el dinero de los parados en despilfarro y vicio. El segundo a un hijo que busca cualquier momento para poder ver a su padre, el cual, según cuenta, ha sido abandonado por su mujer como un perro. El primer cuplé a la moda del blanqueamiento del ano y lo que le ocurre a un vecino suyo. El segundo a la coincidencia en el tipo con la comparsa de Los listos. Dicen que además del traje ser mejor, encima hasta los ratones tienen el rabo más largo que ellos. Terminan su actuación con el popurrí. Cuentan como conocieron el mundo en una de sus salidas. Tienen que tener cuidado con los canallas que quieran echarles mano. Hablan de cómo tienen calados a la clase política. No saben cómo vivir sin su compañera, la ratita que no es presumida, sino la de su casa y el corazón. Lo único que envidian del mundo de los humanos es el carnaval, coplas que se quedaron grabadas en su mente.

Una chirigota pa comérsela

También desde Mérida, tras la actuación del coro, llega a la octava sesión de clasificatorias del Concurso de Agrupaciones, la chirigota, me lo vas a comé to. Se presentan sobre las tablas del Falla disfrazados de un grupo de cerdos, animal del que todo se aprovecha. Cuando los veas en carnavales, a más de uno les va a subir el colesterol. El primero de los pasodobles dedicado a la memoria de Juan Carlos Aragón y Manolo Santander. Genios que consiguieron conquistar con sus coplas. Los gaditanos nace donde les da la gana. “Tus poetas mueren en cualquier parte del cielo”. El segundo lo cantan con una manzana en la boca y lo dedican a la censura que sigue existiendo en carnavales. Critican a los bancos, pero cuando van a decir algo fuerte, se vuelven a poner la manzana en la boca y no se les entiende. El primer cuplé a la moda en Instagram de blanquearse el ano. Si encuentras alguien así en la orilla, viene de muerte para poner la sombrilla. El segundo al cambio de Leticia Sabater y todas sus operaciones. Terminan su actuación con el popurrí. El final del vegano llegó con una ración de esta chirigota. Todo el mundo les dice lo bueno que están. Se montan en un transporte de ganado vivo. Cuarteta de La casa de papel, donde aparece en escena el matarife y sortean a quién le toca ir a la matanza. Enumeran todas las partes del cerdo. Hacen una barbacoa en el Falla y dejan lo mejor para el jurado. “Tú sabes sacar lo mejor de mí”. 

Un coro muy movido

Turno en la octava sesión de clasificatorias del Concurso de Agrupaciones del Falla, par el coro que llega desde Mérida, con el nombre de Coromía. El pasado concurso fueron Los protestantes. Se presentan versionando al conocido grupo de Locomia. “No quiero normas, voy a vivir”. El primero de los tangos a la afición que ellos sienten por el carnaval de Cádiz. En Mérida tienen un trozo de la Tacita. Recuerdan aquellas agrupaciones que a ellos les enamoraron. El sueño de un niño que se siente como un gaditano más, sin olvidar que están cantando en la cuna del carnaval. El segundo a la conversación de un hombre con su mujer, recordando los momentos buenos pasados juntos, para finalizar declarándole que se ha vuelto a enamorar de otra persona. El primer cuplé a su primo con la dieta, que cada vez está más loco. El efecto fue que aquello se le quedó como un acordeón. El segundo a la moda de intercambio de parejas y a las sorpresas que se llevan algunos en la oscuridad. Estribillo con coreografía acompañada con grandes abanicos. Humo, luces, bailes y ritmos de batería, para comenzar el popurrí. Eligen canciones de música disco para sus cuartetas, que ellos interpretan de una forma muy movida. Anécdotas de los que se encuentran en la discoteca, como Abascal, que parecía un machomen y no lo es. Recuerdan los años noventa, repasando los grupos de la época. Una actuación con mucho ritmo.  

Atrapados en sus redes

Abre la octava función de clasificatoria del Concurso del Falla, la comparsa sevillana de Alcalá de Guadaira con el nombre de Las seductoras. El pasado año concursaron como Las cachivaches. Se presentan en escena como un grupo de sirenas, tridentes en mano. “Marinero que se duerme, la sirena se lo lleva”. Dispuestas a atraparte en sus redes. El primero de los pasodobles al paso del tiempo, donde a cada uno le toca vivir su papel. Un canto a la mujer por todo lo que tiene que luchar en esta vida para salir adelante, mientras que a la princesa Leonor se le sigue manteniendo como a una reina. El segundo sobre el acoso escolar. Al miedo que tiene un niño cada mañana a la hora de tener que ir al colegio, que para él es una cárcel. Los maestros no pueden hacer nada con los acosadores, porque les falta la educación de su casa. El primer cuplé al cuerpo tan esbelto que tienen las sirenas y el problema que tienen si toman demasiado el sol, porque aquello le va a oler a pescado frito. El segundo al caminito desde la peña hasta el Falla. Rematan con el mismo final que el primero. Terminan su actuación con el popurrí. Oye los cantos de una sirena que solo quiere ser mujer. Cantas a los siete mares y la acción del hombre sobre ellos. Si la sangre se te quema por todas las injusticias y desigualdades que existen en la actualidad, bienvenidos al escuadrón de las sirenas. No hay mareas que me alejen de tus calles. “Vine a atraparte y la atrapada soy yo”.

Viviendo en la selva

Cierra la séptima función de clasificatoria del Concurso de Agrupaciones del Falla, la cabeza de serie del día, que corresponde a la comparsa Los salvajes. En 2019 concursaron como La manada. Se presentan haciendo una crítica a la sociedad, que día a día se va convirtiendo en salvaje, enganchada a una pantalla y sin levantar la cabeza. El primero de los pasodobles dedicado a la ciudad de Cádiz. Repasan los múltiples motivos por los que les roba el corazón. La que para tus penas te canta alegrías. Se siente dichoso de tener la suerte de poder decírselo cada febrero. El segundo al drama de la inmigración. Cruzando el Estrecho, cara a cara mira a la muerte. Lo enfocan en la figura de un menor que escapa de la guerra soñando con un futuro mejor. El primer cuplé a su vida en la selva y el mosqueo de los niños porque allí no hay wifi. El segundo a los asistentes virtuales y todas las que hace. Alexa lleva tres años escribiéndole la comparsa. Estribillo, si no me vuelvo salvaje, al final me vuelves loco. Finalizan su actuación con el popurrí. Cada vez hay menos humanos y más animales. Todo se vuelve negro en esta sociedad enferma. Hay que irse preparando para vivir en la selva. Cuentan como las desigualdades que existen hoy en día, van proliferando las malas hierbas. Cádiz resiste, pero de brazos cruzados. Se acaba el tiempo y se muere la madre tierra. “Paremos esta locura, porque hoy ya vamos tarde”.

Un genio sobre las tablas

Desde Almería, se presenta en el COAC de 2020, la comparsa Noche de gala. El pasado año concursaron como El renacido. Sobre las tablas del teatro Falla, representan la figura del genio de la pintura, Salvador Dalí. El primero de los pasodobles a los que opinan que en el Falla sólo deben de cantar agrupaciones de Cádiz. Ellos dicen que son principiantes pero con todo el corazón en sus coplas. Rematan diciendo que esto es mucho más y que toda Andalucía lloró la muerte de Juan Carlos Aragón. El segundo a una señora de noventa años que pierde la cabeza y con la edad no conoce a nadie. Con lo que se han querido madre e hija, le pregunta a Dios por qué le hace esto, de tener que despedirse de ella de esta manera. El primer cuplé sobre el satisfayer que le pidió su novia por Reyes. Ellos lo usan en la cocina para alguna de sus recetas. El segundo a las dudas que suelen tener con las grandes cosas de la humanidad. Terminan su actuación con el popurrí. Para llegar hasta la verdad hay que bucear hasta poderla encontrar. Romper las cadenas ante tantas desigualdades. Sale en escena una chica amordazada que simboliza tantas injusticias que existen. Críticas a la corona. Hay que desenterrar tantas cosas, porque si no, al final te van a enterrar.

Una chirigota de altura

Turno en la fase de clasificatorias del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval, para la chirigota gaditana, Misión imposible. El pasado año concursaron como Los que vienen de etiqueta. Se presentan como una tribu perdida de Perú, que se encuentra a diez mil metros de altura. Llega un misionero montado en patinete para ejecutar con ellos la presentación. El primer pasodoble es de presentación al tipo, donde aprovechan para hacer un piropo a Cádiz, comparándola con su tierra lejana. “Aquí hasta los profanos se sienten poetas”. El segundo a los trabajadores que vienen de Sudamérica a España a cuidar a personas mayores y entregan todo su cariño, el que aquí nunca le han dado sus seres más cercanos. El primer cuplé a uno de sus hijos que está enamorado de Alejandro Sanz y volvió una noche, no precisamente con el corazón partió. El segundo dedicado a la memoria de Juan Carlos Aragón. Lo enfocan en una conversación con San Pedro a las puertas del cielo. Terminan su actuación con el popurrí. En un pueblo peruano, al pie de la montaña, vive su amigo narco. Van a por agua a una distancia como de Feduchi a Chiclana. Cuarteta sobre su llama que escupe desde el escenario cada vez que escucha una pamplina. Con los cuernos de uno de la tribu, coge el wifi todo el poblado. Le realizan al misionero un ritual peruano. Final dedicado a su verdadera misión, que al compás del tres por cuatro nunca muera este veneno.