Comparsa, los pacientes - cuartos

La paciencia de quintana pide otro pase

Uno de los grupos que mejores sensaciones dejó en su pase por preliminares fue la comparsa de Fran Quintana, 'Los pacientes'. Con sus filas renovadas por gente joven, defiende un repertorio que recuerda al sentir de los ochenta en su interpretación. Estos pescadores de sueños de La Caleta dicen que "pacientes, los gaditanos, que viven aprovechando lo que traiga la corriente, que esperan los contratos, a su Museo, y que así segurirán hasta que un día se acabe la paciencia". Así cierra la presentación. La primera pasodoble habla de la lucha de una madre con un hijo con necesidades diferentes. La defienden con garbo. La segunda va para la falta de letras sobre las tablas de crítica política municipal. Los cuplés para los poetas que van a pescar coplas. Hasta los pescaos saben ya de Carnaval, pero van a terminar fritos en la sartén; y el segundo para la relación con la mascota. Tienen un pescadito que sólo quiere darles besitos. Rematan en trabalenguas. Dicen que "ante esta situación que tiene este rincón, quién no se queda pescando". El popurrí explota el tipo. Utilizan la pesca, la mar y  la espera para lanzar mensajes que van desde el romanticismo de las olas hasta la ironía o la "exageración de los pescadores" para la reivindicación y crítica con Cádiz y su panorama político. "Háblame de amor que vas a acabar con mi corazón [...] Cádiz, te puedo esperar", reza la última cuarteta.

La paciencia de quintana pide otro pase

Uno de los grupos que mejores sensaciones dejó en su pase por preliminares fue la comparsa de Fran Quintana, 'Los pacientes'. Con sus filas renovadas por gente joven, defiende un repertorio que recuerda al sentir de los ochenta en su interpretación. Estos pescadores de sueños de La Caleta dicen que "pacientes, los gaditanos, que viven aprovechando lo que traiga la corriente, que esperan los contratos, a su Museo, y que así segurirán hasta que un día se acabe la paciencia". Así cierra la presentación. La primera pasodoble habla de la lucha de una madre con un hijo con necesidades diferentes. La defienden con garbo. La segunda va para la falta de letras sobre las tablas de crítica política municipal. Los cuplés para los poetas que van a pescar coplas. Hasta los pescaos saben ya de Carnaval, pero van a terminar fritos en la sartén; y el segundo para la relación con la mascota. Tienen un pescadito que sólo quiere darles besitos. Rematan en trabalenguas. Dicen que "ante esta situación que tiene este rincón, quién no se queda pescando". El popurrí explota el tipo. Utilizan la pesca, la mar y  la espera para lanzar mensajes que van desde el romanticismo de las olas hasta la ironía o la "exageración de los pescadores" para la reivindicación y crítica con Cádiz y su panorama político. "Háblame de amor que vas a acabar con mi corazón [...] Cádiz, te puedo esperar", reza la última cuarteta.