Chirigota, ojú por dios - preliminar

Unos dioses muy modernos

Turno en la fase de clasificatorias del Concurso de Agrupaciones, para la chirigota que llega desde Málaga, Ojú por dios. Se presentan como el mismo dios, que vuelve a la tierra, pero en plan moderno, con sus pantalones de pitillo. Lo de la crucifixión no es nada comparado con el frio que pasan ellos por los tobillos. En el primero de los pasodobles cuentan cómo les salen las cosas desde que vinieron aquí abajo. Hablan de la última cena y de lo delicados que eran los apóstoles. En el segundo hablan de una conversación entre él y su padre, del que dicen que era una paloma. Relatan los problemas que tienen cada vez que van a cualquier sitio con él. El primer cuplé de su bajada a Cádiz. Su madre le riñe porque se mancha comiendo y se llena de lamparones. Para lamparones los que trae Martínez Ares. El segundo al altavoz inteligente que no da ni una con sus preguntas. En verdad su aparato es Dislexa en lugar de Alexa. Estribillo a que le han clavado en El Faro. Terminan su actuación con el popurrí. Son capaces de hacer milagros increíbles, como arreglarle el ojo a Junqueras. En el portal de Belén había tanta gente que tuvieron que subirse al cabecero de la cuna. Recuerdan a los presentes lo que es pecado y lo que no es. Enrollarte a una gachí impresionante no es pecado, más bien es un milagro. Los curas cansan a los feligreses con tanto ponerlos de pie y volverlos a sentar. Se despiden resucitando por las calles por carnavales

Unos dioses muy modernos

Turno en la fase de clasificatorias del Concurso de Agrupaciones, para la chirigota que llega desde Málaga, Ojú por dios. Se presentan como el mismo dios, que vuelve a la tierra, pero en plan moderno, con sus pantalones de pitillo. Lo de la crucifixión no es nada comparado con el frio que pasan ellos por los tobillos. En el primero de los pasodobles cuentan cómo les salen las cosas desde que vinieron aquí abajo. Hablan de la última cena y de lo delicados que eran los apóstoles. En el segundo hablan de una conversación entre él y su padre, del que dicen que era una paloma. Relatan los problemas que tienen cada vez que van a cualquier sitio con él. El primer cuplé de su bajada a Cádiz. Su madre le riñe porque se mancha comiendo y se llena de lamparones. Para lamparones los que trae Martínez Ares. El segundo al altavoz inteligente que no da ni una con sus preguntas. En verdad su aparato es Dislexa en lugar de Alexa. Estribillo a que le han clavado en El Faro. Terminan su actuación con el popurrí. Son capaces de hacer milagros increíbles, como arreglarle el ojo a Junqueras. En el portal de Belén había tanta gente que tuvieron que subirse al cabecero de la cuna. Recuerdan a los presentes lo que es pecado y lo que no es. Enrollarte a una gachí impresionante no es pecado, más bien es un milagro. Los curas cansan a los feligreses con tanto ponerlos de pie y volverlos a sentar. Se despiden resucitando por las calles por carnavales