Comparsa, los encaidenaos - preliminar

Que no se rompan las cadenas

Turno para la agrupación cabeza de serie de la clasificatoria del viernes 31 de enero, la comparsa gaditana, Los Encaidenados, con letra de Kike Remolino. El pasado año concursaron como La luz de Cádiz. Ruido de cadenas en la presentación frente a las murallas de la ciudad, a las que están encadenados. Al nacer un gaditano, el cordón que le unía a su madre se convierte en cadenas, cogidas en la piedra ostionera, de la que no puede escaparse. Tiran con fuerza del decorado que se desplaza con ellos sin poder librarse. El primer pasodoble al nacimiento de una nueva copla de carnaval que traen para que la sientas y la vivas con la misma intensidad que lo hacen ellos. Pide que el público no les abandone, porque están encadenados a este veneno. El segundo dedicado a Manolín Santander, Dios Momo de estos carnavales. Recuerdan la memoria de su padre, Manolo Santander, y le dicen al niño que lo haga por su padre. “Métele fuego a la hoguera y encadena  San Antonio a la orillita de La Caleta”. El primer cuplé a la exhumación de Franco y la idea del gobierno de sacar ahora a Carrero Blanco. La familia pide que no lo lleven en helicóptero, porque ya de alturas tuvo bastante. El segundo a las compras en Primark por lo baratas que son, pero regular de calidad. Hablan de la gomilla de un bañador que en el primer baño, dejó al descubierto todo en la orilla. Terminan su actuación con el popurrí. Aguantan encadenados a su felicidad, mientras que siga habiendo desigualdades e injusticias. La despedida con la cabeza pegada al cristal del tren, es el inicio del viaje para pensar en el volver. Enumeran las pequeñas cosas que echan de menos si están lejos de la Tacita. Añoranza de un padre que sueña con volver a encadenarse con un abrazo a su hija, mientras que tiene que conformarse con sentirla a través de una llamada. La nostalgia siempre empuja a mirar atrás. “Cádiz, todo el que te pisa, lo dejas encadenao”.  

Que no se rompan las cadenas

Turno para la agrupación cabeza de serie de la clasificatoria del viernes 31 de enero, la comparsa gaditana, Los Encaidenados, con letra de Kike Remolino. El pasado año concursaron como La luz de Cádiz. Ruido de cadenas en la presentación frente a las murallas de la ciudad, a las que están encadenados. Al nacer un gaditano, el cordón que le unía a su madre se convierte en cadenas, cogidas en la piedra ostionera, de la que no puede escaparse. Tiran con fuerza del decorado que se desplaza con ellos sin poder librarse. El primer pasodoble al nacimiento de una nueva copla de carnaval que traen para que la sientas y la vivas con la misma intensidad que lo hacen ellos. Pide que el público no les abandone, porque están encadenados a este veneno. El segundo dedicado a Manolín Santander, Dios Momo de estos carnavales. Recuerdan la memoria de su padre, Manolo Santander, y le dicen al niño que lo haga por su padre. “Métele fuego a la hoguera y encadena  San Antonio a la orillita de La Caleta”. El primer cuplé a la exhumación de Franco y la idea del gobierno de sacar ahora a Carrero Blanco. La familia pide que no lo lleven en helicóptero, porque ya de alturas tuvo bastante. El segundo a las compras en Primark por lo baratas que son, pero regular de calidad. Hablan de la gomilla de un bañador que en el primer baño, dejó al descubierto todo en la orilla. Terminan su actuación con el popurrí. Aguantan encadenados a su felicidad, mientras que siga habiendo desigualdades e injusticias. La despedida con la cabeza pegada al cristal del tren, es el inicio del viaje para pensar en el volver. Enumeran las pequeñas cosas que echan de menos si están lejos de la Tacita. Añoranza de un padre que sueña con volver a encadenarse con un abrazo a su hija, mientras que tiene que conformarse con sentirla a través de una llamada. La nostalgia siempre empuja a mirar atrás. “Cádiz, todo el que te pisa, lo dejas encadenao”.