Comparsa, ley de vida - cuartos

Una locura de coplas que no tiene cura

Turno en la fase de cuartos de final para la comparsa de Antonio Martín, Ley de vida, que el pasado año concursaron bajo el nombre de La comparsa los invencibles. Una agrupación muy esperada por los aficionados, donde el autor celebra además, este año, sus bodas de oro en el Falla. Presenta una idea formada por componentes históricos de las agrupaciones de Martín y gente joven. La experiencia de la veteranía y la savia nueva de la juventud unidas en esta comparsa. Puesta en escena que arranca la primera ovación del público. El primero de los pasodobles a los malos tratos a las mujeres donde mientras guardamos minutos silencio, ellas siguen cayendo y el mundo mudo y sin tiempo. Piden a las mujeres que no se callen como lo hizo Teresa Rodríguez en el parlamento andaluz. El segundo una letra piropo a la playa de La Caleta donde recuerda a Paco Alba, Villegas y Pedro Romero. “Que muera la envidia, soy caletero, soy caletero”. Letras que gustan al público. Comienzan la ronda de los cuplés con Donald Trump del que dicen que tiene acojonado hasta Superman y hombre araña. El segundo a los geles sexuales para las parejas y a la equivocación que tuvieron con los botes de efecto frio y calor. Estribillo que sentencian diciendo que en Cádiz no hay que morir, que aquí no hay más ley de vida que vivir. Culmina su actuación con la interpretación del popurrí. Jóvenes y veteranos, locos del carnaval, que vuelven a poner sus coplas en un nivel muy alto. Cincuenta carnavales dándolo todo por Cádiz, el pasado y el presente. Una locura de coplas que no tiene cura. Actuación muy completa que es despedida con fuertes aplausos del público.