- Crónica
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La chirigota de Luis María Rodríguez Rondán representa a un grupo de gays, muy simpáticos, que son la primera chirigota del Concurso, “la primera en meterse con Rajoy, y la que tiene a todos por detrás”. Simpática la presentación, más trabajada la agrupación que en otros años. Un grupo que sabe estar sobre las tablas del Gran Teatro Falla. No les falta ni un detalle: foulars, mariconeras, pantalones con colores vistosos, contrastando con jersey, anillos y collares. En los pasodobles, sustituyen el pito por unas castañuelas, tocadas de una manera muy particular. En el primero cuentan cómo participan ellos en las manifestaciones, “en donde tienen los manifestantes su casa”. En el segundo juegan con el doble sentido con un nabo, “que les gusta mucho”, y no le falta ni a su puchero, aunque en realidad, le gusta más el que todo el mundo está pensando. Suena a 3x4, a chirigota clásica. Los cuplés, que comienzan con una cuarteta que hablan sobre su condición sexual. El primero, cuentan que le regalan una entrada para el Falla y hablan de varios autores y componentes que tienen nombre de comida y terminan contando que cuando sale ‘El Ardentía’, que se tuvieron que tomar sal de frutas. El segundo hablan del fin del mundo de los Mayas, y se comió todos los polvorones, la mariscada, turrones, hasta las 12 uvas antes del 21 de diciembre. Y cuando se levantó de noche, de tanto comer, tuvo que ir al baño y entonces creyó de verdad que había llegado el fin del mundo por el olor. El estribillo, terminan tirando los números que la lotería que reparten en Cádiz algunos gays, como la Petróleo. El popurrí, como era de imaginar, estos gays han contado sus peripecias en Cádiz, con la gente que conocen, aunque con cuartetas separadas, no cuentan una historia. La mejor y más aplaudida, una con la música del anunciio de Fanta "a tomar...". Chirigota simpática, que animó al público, aunque a ratos.