Chirigota los de la tacita

Los caracoles sí están en temporada

La chirigota ‘Los de la tacita’, son caracoles que no están pasado de fechas. Alegría para esta noche que se estaba volviendo complicada. Ellos, encerrados en una tacita que el dueño del bar ha congelado durante 6 meses para estar en el Falla esta noche. Los pasodobles, el primero, con una parte muy chirigotera al principio, que fueron raptados de Medina, para llevarlos a Casa Tino y al Nebraska. Se intentó escapar, pero lo cogieron por la cocina todavía. Y le dio la luz de Cádiz. Y se me enamoró de la ciudad. Y por eso no le importa morir en su tacita. El segundo, sobre las personas mayores. Precioso. Cómo una persona mayor es llevada a una residencia cuando no interesa, pero cuando la cosa está “cortita” ya no importa, “que pena tener que pagar, para que te digan te quiero”. Y preciosa el música del pasodoble. Los dos pasodobles se inician con una cuarteta cantada sobre el tema que van a cantar. Los cuplés, el primero, sobre la crisis, que hasta un “negrito” le dio 4 cd y le pagó el café en un bar. Y llegan unos inmigrantes a La Caleta. Bien. El segundo, mucho mejor, de una muñeca que ha pedido su niña por Reyes, que no la ha encontrado. Acaba en el Holiday y liga con una pureta, que es “todo pellejo”, y cuando le dice que haga con ella lo que quiera, la envuelve en papel de regalo para darle a su niña una Monster High. El popurrí, muy simpático. Explican cómo se hacen los caracoles al principio de esta parte del repertorio. Cómo hay que limpiarlos, las especias que hay que echarle. Una familia que no pagó los caracoles…