Tras la reunión del Consejo Local con las hermandades, Ecce Homo y el resto de hermandades del Martes Santo acordaban retrasar su salida. De todas formas en la iglesia de la Conversión de San Pablo se estaba pendiente de los últimos partes meteorológicos.
Todo marchaba según lo previsto. Llegó la hora de sacar la cofradía a la calle Ancha, y aunque sólo unos minutos antes cayó una ligera lluvia, el hermano mayor José Luis Rodríguez anunciaba la inminente salida, pidiendo la máxima colaboración si la lluvia no respetaba el cortejo procesional. De esta forma a las 18.05 la cruz de guía se ponía en la calle Ancha.
Dentro de San Pablo los capataces Juan Manuel López Gallardo, del paso de misterio, y Javier Reyes del palio ultimaban con sus cuadrillas los preparativos de la salida. La primera levantá de Nuestro Padre Jesús del Ecce Homo se le cedió a su hermano mayor que aprovechó para agradecer el apoyo que ha recibido de los cargadores durante el tiempo que ha estado al frente de la cofradía y que termina este año.
Pasadas las seis y cuarto salía Nuestro Padre Jesús del Ecce Homo de su templo. Poco duró en la calle, apenas cinco minutos, ya que en ese momento apretó la lluvia y se decidió que el paso de misterio volviera al templo.
Los hermanos que acompañan el palio de Nuestra Señora de las Angustias no llegaron ni a formar las secciones.
Con toda la cofradía de nuevo en la iglesia el hermano mayor, José Luis Rodríguez se dirigió a todos pidiendo perdón porque “son decisiones difíciles, pero ante todo hay que mirar por el patrimonio, legado de nuestros antepasados”. Tras sus palabras, el rector de San Pablo, Manuel de la Puente Sendón, tomó la palabra. No lo pudo hacer su director espiritual, el padre Jesús García Cornejo por estar este martes en la Catedral, para agradecer la responsabilidad que había demostrado la junta de gobierno.
De esta forma daban por finalizado su Martes Santo, un año este que ha estado marcado por las decisiones difíciles hasta el último momento.
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