Las previsiones meteorológicas para este Viernes Santo tampoco son demasiados buenas, sobre todo para los cofrades. Lluvia y viento en el día que los cristianos conmemoran la muerte de Jesús a la espera de su resurrección. Un día que, desde el pasado año, ya no es el último de la Semana Santa gaditana, que concede el regalo del Sábado Santi la cofradía de la Soledad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo. Un día de contrastes, pero sobre todo, de sobriedad, de luto, de negro.
Abrirá el Viernes Santo, si el tiempo no lo impide, abrirá los cortejos a las 17 horas la cofradía de Expiración. Tras los problemas sufridos durante el año por el cierre provisional de la parroquia del Santo Ángel en los últimos meses, la cofradía ha preparado su salida procesional con los estrenos de las cubremaniguetas del paso del Cristo realizado por el tallista gaditano Andrés Sacaluga, además de un broche pectoral de oro y plata donado por la Guardia Civil, además de su estreno de director espiritual, el padre César Sarmiento, que desde finales del pasado año es el encargado de regir el destino de la parroquia Castrense.
La cofradías, que estará acompañada por la agrupación musical Polillas y la banda de música de Virgen de la Estrella, pondrá el contrapunto de este día, sobre todo en su recogida, cuando la hermandad coloca el paso del Cristo y de la Virgen a las puertas de la iglesia.
La segunda en pasar por la Carrera Oficial será la cofradía de La Sed, conocida ahora por todos los cofrades como Siete Palabras. La corporación que procesiona desde La Merced a partir de las 19.45 horas, llegará a la Catedral a las 21.05 horas, entrando en Carrera Oficial un año después. La corporación ha sufrido este año importantes problemas económicos, lo que ha provocado que no tuviese dinero suficiente para pagar a la Banda de Cornetas y Tambores Santísimo Cristo del Perdón, de San Fernando, ya que el reparto de túnica no había sido el esperado. Sin embargo, la banda, en un gran gesto y tocará de manera gratuita tras el paso de misterio. Por este motivo, pocos, o ninguno, será los estrenos de la hermandad, a excepción de las dalmáticas del cuerpo de acólitos. La cofradía, que estaba en un proceso de reflote, parece que en 2011 se ha visto obligado a paralizarlo, aunque espera el próximo año de nuevo poder llevar a cabo, entre otros, el nuevo paso de misterio de la mano de Juan Carlos García.
Después lo hará la próxima Virgen Coronada, la primera Dolorosa de Cádiz en recibir este título, Nuestra Señora de los Dolores. Desde la capilla de la Orden Seglar, aledaña a la parroquia de San Lorenzo, saldrá por la iglesia de este templo a las 20 horas el cortejo de devotos de la Virgen. Este año, la Señora lucirá una diadema que lleva puesta desde el día en que se dio a conocer el día en que sería coronada, el próximo 17 de septiembre. Una diadema que pertenece al ajuar de la Virgen y que ahora ha sido rescatada con motivo de su próxima coronación.
Además, la cofradía estrenará nuevas túnicas para los hermanos de fila, además de la rehabilitación integral de la capilla llevada a cabo por el Ayuntamiento de Cádiz. Lo que no cambia es la cuadrilla de cargadores, capitaneada por Jose Julio Reyeros y el exorno floras estará a cargo de Manuel Marchena.
La cofradía llegará a las 21.40 horas a la Catedral, para iniciar su camino de vuelta a su parroquia, sin duda, la mejor parte de su recorrido junto a la salida, a partir de las 23.50 horas cuando se adentre en la calle San José y regrese a su templo casi a las una y media de la madrugada del Sábado Santo.
Por último, y como es habitual, a las 21.45 horas cerrará este día desde la parroquia de San Agustín la cofradía de Buena Muerte que permitirá ver este año en la calle a la imagen del crucificado restaurada por Sánchez Peña. La cofradía del Silencio, como se la denomina, recorrerá las calles de la ciudad a oscuras, a excepción de la Carrera Oficial. Su paso por Cristóbal Colón hasta llegar a la Catedral a las 22.35 horas. Tras recorrer la Carrera Oficial, de nuevo se apagarán las luces al paso del cortejo desde la calle San José, a partir de las doce y media de la noche, recogiéndose a las dos de la madrugada los dos pasos, este año con la novedad de Daniel Robledo dirigiendo la cuadrillas de cargadores de Nuestra Señora del Mayor Dolor.
Ya, en el Sábado Santo, saldrá desde la iglesia de Santiago a la una de madrugada Ecce-Mater-Tua, que este año incorporará al cortejo las matracas, un elemento con el que la procesión avanzará o se detendrá durante el recorrido y que sustituye a las campanas desde el Jueves Santo hasta la víspera de Resurrección en la medianoche de ese domingo que supone el final de la Semana Santa. Además, estrenará un estandarte confeccionado en terciopelo azul noche con doce estrellas apocalípticas que han sido bordadas en hilo de plata por Pedro Utrera y que también luce un lienzo de la Inmaculada Concepción y las las caídas del paso de la dolorosa, confeccionadas en terciopelo azul noche.
Antes de que el reloj marque las cuatro de la madrugada, la imagen de la Dolorosa estará en el interior de Santiago.
CÁDIZ SE QUEDA SIN JUEVES SANTO
Existía la esperanza de que cambiasen los partes meteorológicos, pero finalmente se cumplieron las previsiones. La lluvia hizo su presencia en la ciudad la tarde del Jueves Santo y ha obligado a todas las cofradías que realizan su estación de penitencia durante este día a quedarse en su sede canónica.
A las 14.15 horas, y después de que durante toda la mañana la lluvia estuviese presente, los hermanos mayores, acompañados de los fiscales de Afligidos, Oración en el Huerto, Nazareno, Medinaceli, Descendimiento y El Perdón se reunían en la sede del Consejo de Hermandades para estudiar los partes meteorológicos y actuar según las previsiones.
La Permanente fue clara en ese momento: los partes eran muy negativos y se recomendaba a las distintas corporaciones no realizar la estación de penitencia. Y es el caso que se decidiese salir a la calle, lo lógico era para realizar el recorrido íntegro.
Una hora después, las hermandades aprobaron apurar sus decisiones hasta el momento de la salida. Sin embargo, Afligidos, dos horas antes de lo previsto, y con los partes meteorológicos que le anunciaban precipitaciones, teniendo un margen de claridad entre las 21 y las 23 horas, decidieron suspender la salida procesional. A las 17.15 horas, cuando estaban citados los hermanos, se celebró un acto presidido por el director espiritual, Jesús García Cornejo, con la lectura del Evangelio. A las 18 horas concedió la bendición y se abrieron las puertas del templo, tan solo 10 minutos.
La segunda en decir quedarse en casa fue Oración en el Huerto, cuando sol relucía en la calle. Eran las 16.30 horas, tan solo quince minutos antes de que estuviese previsto plantar la cruz de guía en la calle. Fernando Reyna, hermano mayor de la hermandad, comunicaba apenado la decisión a los hermanos, reconociendo que, quizás, se pudiesen estar equivocando, pero las previsiones meteorológicas que habían consultado eran poco favorables para poder realizar la estación de penitencia en la Catedral. Después de celebrar una oración, las puertas del garaje en Tolosa Latour desde donde salen los pasos quedó abierto. Los cargadores levantaron el paso de misterio y de palio y bailaron varias marchas. Durante una hora se quedaron las puertas abiertas para, después, con pena, cerrarlas hasta el próximo año.
La cofradía del Nazareno se reunía a las 18 horas para estudiar los partes meteorológicos. La junta de gobierno no sólo tenía que consultar las previsiones de lluvias, sino que tenía como condicionante el acuerdo firmado con la archicofradía del Rosario donde se comprometía a no usar las andas de la Patrona en el caso que existiese un 30% de probabilidades de lluvia. En este caso, existía un 85%. Así, a las 18.50 horas el hermano mayor, Santiago Posada, comunicaba a los hermanos que se suspendía la salida procesional, aunque estaba previsto el rezo del vía crucis. En ese momento comenzaron a entrar los hermanos para iniciar el rezo a las 20.15 horas, con la presencia de la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez. A las 21 horas se abrieron las puertas para que los devotos y fieles pudiesen rezarle al Señor de Cádiz y a la Virgen de los Dolores.
La que apuró su decisión fue la cofradía de Medinaceli. Desde las 19.30 horas la junta de gobierno comenzó a formar el cortejo en el interior de la parroquia de Santa Cruz. Todo parecía indicar que la hermandad iba a procesionar por la calles de Cádiz, a pesar de las malas condiciones atmosféricas. Pero la lluvia que comenzó a caer a las 20 horas provocó que las pocas esperanzas que existían para salir se rompiesen y entonces fue cuando el hermano mayor, Ismael Pampará, que se estrenaba en su cargo, comunicase a los hermanos y a la penitencia que no saldrían a la calle, aunque también se procedería a rezar el vía crucis.
Sorprendemente, Descendimiento comunicó a las 23.30 horas que realizaba su estación de penitencia ya que los partes meteorológicos consultados anunciaban lluvias a partir de las 5 de la madrugada. A las 00.15 horas las puertas de San Lorenzo se abrían mientras que caían una leve lluvia. El cortejo se fue formando en la calle hasta que antes de que el reloj marcase las 00.30 horas, el misterio se encontraba en la calle, aunque tarde casi quince minutos en terminar de montar el paso y colocar los sudarios que se volaban por el fuerte viento. Sin embargo, el tiempo les traicionó, y cuando se encontraba el paso en la calle Hospital de Mujeres cayó un fuerte aguacero que provocó que la corporación decidiese volver a su casa. Y mientras que volvía, un segundo aún más intenso que dañó aún más a las imágenes y al paso.
Al mismo tiempo que sucedía esto, El Perdón anuciaba que no realizaría su salida procesional, pero sus hermanos participarían en la estación de penitencia dentro de la parroquia de Santa Cruz a las 3 de la madrugada. Cargadores, hermanos de fila y miembros de juntas se encontraban apenos por la situación, aunque, vista la inestabilidad, fue la mejor decisión de adoptaron.
