La noticia del Miércoles Santo fue la bonanza del tiempo, el lucimiento de las cuatro hermandades del día y la brillantez de sus estaciones de penitencia. El día amaneció algo plomizo pero las nubes se fueron disipando a partir del mediodía y las cuatro hermandades esperaban ilusionadas la hora en la que tenían que poner sus respectivas cruces de guía en la puerta de sus templos para iniciar el recorrido penitencial.
Esta vez no hubo incertidumbre pero sí los nervios ante la responsabilidad que entraña la salida procesional. Mucho público en las calles, más que en día anteriores y los templos llenos de gaditanos para disfrutar de todo lo bueno que tienen las hermandades.
En la plaza Fray Félix, calle Santísimo Cristo del Perdón y Campo del Sur, en el tramo hasta la calle Arquitecto Acero, había mucha gente desde las 16.00 horas esperando la salida de la Hermandad de las Aguas. El cortejo cofrade salió a las 16.45 horas y lució mucho por esta parte del itinerario.
La gremial hermandad (está asociada a Eléctrica y Aguas de Cádiz) procesiona desde Santa Cruz porque su sede canónica la tiene establecida en Puertatierra y los pasos no salen, ni por asomo, por la puerta de la iglesia del Colegio San Felipe. Es la única que procesiona en Cádiz tres pasos y todos ellos están muy bien preparados.
El de San Juan es el más pequeño. Tanto el de misterio como el de palio son exquisitos. En el primero destacaba este año la figura de María Santísima Madre de la Juventud, una imagen dolorosa realizada por Ana Rey y que sustituye a la Virgen de Guadalupe.
El de palio es un joyel para la Señora de los brazos abiertos, aunque todavía se está restaurando algunas de sus piezas. Desde la iglesia conventual de Santo Domingo salía a las 17.15 horas una hermandad muy querida y seguida por los gaditanos. Llamada Cigarrera por el nexo de unión que mantiene con Altadis, antiguamente Fábrica de Tabacos.
A la salida, para no perder la tradición, la alcaldesa de la ciudad ofrenda cada año un ramo de flores a cada titular, precisamente desde la puerta del Palacio de Congresos, edificio que fue la Fábrica de Tabacos de Cádiz. Voluminoso paso de misterio el que cuenta la corporación que causa sensación entre el público que lo contempla por vez primera.
El paso de palio de la Virgen de la Esperanza está también muy conseguido, gracias a la belleza de la Señora y el bello manto que procesiona, de Jerez, más concretamente del taller de Ildefonso Jiménez, autor también del bordado de las bambalinas.
Muy cerca del Compás de Santo Domingo se encuentra ubicada la parroquia de la Merced, donde se venera a la copatrona de Cádiz. De allí, a las 18.15 horas iniciaba su recorrido penitencial la Hermandad de la Sentencia, conocida también como la de Los Estudiantes. Otro enorme paso de misterio el que sale del templo con raíces mercedarias. El más grande de la ciudad, dicen los cofrades entendidos, es un barco meciéndose sobre aguas gaditanas.
Un misterio compuesto por un buen número de imágenes donde, claro está, destaca la antiquísima del Señor de la Sentencia que este año vestía un precioso túnico de cola de finales del XVIII o principios del XIX, de color lila, que ha sido recuperado gracias a la colaboración económica de Cajasol. El paso de palio está quedando de dulce.
La junta de gobierno está trabajando con mucho gusto en este paso. El bordado de las bambalinas y del techo de palio es muy vistoso, gracias a las manos del bordador portuense David Calleja. Por último, silencio que llega la Virgen de las Angustias y de apellido del Caminito. Serio y suntuoso paso para la Señora de San Carlos, una emblemática imagen de talla entera que procesiona a paso horquilla un magnifico manto negro.
La jornada termina cada año con el sonido triste del fagot, oboe y clarinete, instrumentos de la capilla musical que acompaña a la Virgen con su Hijo muerto, y los cánticos de las monjas del Rebaño de María, allá en la calle Costa Rica. Cuatro vistosas y señeras hermandades que hicieron que el Miércoles Santo de 2012 fuera una gran jornada cofrade para los gaditanos.
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