Y todo se cumplió. El cielo se rasgó y la vida del Hijo de Dios se fue tras perdonarnos a todos. Él dio la vida por nosotros y con la esperanza de la Resurrección. Es día de luto. De penitencia. Para la reflexión. Pero también es un día de esperanza y de Fe.
Es Viernes Santo. Y Cádiz también recuerda en este día la Pasión y la Muerte de Jesús. Y lo hace desde temprano después de una larga madrugada. A las 17 horas, desde la parroquia Castrense, tiene previsto la salida la cofradía de Expiración. Una corporación, como el resto de las días, que ya lleva dos años sin poder realizar su estación de penitencia en la Catedral de Cádiz. Por eso la ilusión es mayor en este día. Si el tiempo no lo impide, por fin se podrá poner la Cruz de guía que hizo, y donó, un hermano el pasado año. O las cubremaniguetas del paso de misterio. La Virgen de la Victoria lucirá unos puños nuevos de encaje del siglo XVIII donado por unos hermanos. Y, sobre todo, se celebrará en la calle el 75 aniversario de la fundación de la junta pro-cultos de la cofradía de Expiración.
A las misma hora, a las 19.45, iniciarán su camino a la Catedral la Orden de Siervos de María, Servitas, y la hermandad de Siete Palabras. La primera, desde San Lorenzo, con la Virgen Coronada bajo su palio. La Fraternidad ha aumentado el número de hermanos de fila para este año, a pesar de que no haber salido en los dos anteriores, y sigue inmersa en la restauración de la capilla de la Orden. Aunque, si se cumple el deseo de la Orden, el próximo año podrían procesionar los candelabros de cola restaurados.
Desde la parroquia de la Merced plantará su Cruz de guía la cofradía de Siete Palabras. Una corporación que ha vivido muchas dificultades en los últimos meses. El último, el Martes Santo, cuando la hermandad tuvo que despedir para siempre a un miembro de su junta de gobierno, Antonio López Díaz. Una triste pérdida que empaña la evolución de la cofradía desde el mes de diciembre, cuando se celebró el cabildo de elecciones tras el periodo en el que la hermandad ha estado dirigida por un comisario.
Estos aires nuevos han provocado que, entre las novedades de Siete Palabras en la calle, cambie la distribución del misterio en el paso. Además, estrenará las caídas del paso. La Señora lucirá un nuevo fajín bordado y un tocado del siglo XIX donado por unos hermanos. Además, la imagen de San Juan también lucirá un cuello sobre la túnica, también de la misma época. El paso, para darle mayor realismo al momento que quiere representar, lucirá gerbera color tinto, liatris morados, anturrinos morados, helechos y ruscus.
La última cofradía que realizará su estación de penitencia en esta jornada de Viernes Santo será la cofradía de Buena Muerte. A partir de las 21.45 horas el cortejo partirá desde la parroquia de San Agustín en dirección a la Catedral. Pero los actos de esta hermandad comenzaron el Jueves Santo, con la bajada del Cristo al altar del templo y la celebración del turno de vela durante toda la jornada.
Una de las novedades de este año será la restauración de los cuatro evangelistas del paso del Cristo, realizados por Sánchez Peña. Además, podrán lucir por fin, si de nuevo la lluvia no obliga a la cofradía a quedarse en casa, los faroles del paso de palio, que sustituyen a los candelabros de cola. Además, y como siempre ha sido tradición, la cofradía realizará su recorrido a oscuras, a excepción de la Carrera Oficial.
Ya a la 1 de la madrugada, desde la iglesia de Santiago, saldrá la Madre. Sola. Sin más acompañamiento que su tristeza. Que su soledad. Que la pena de una madre que ha perdido a su hijo. La Congregación Mariana quiere evitar quedarse de nuevo en casa y acompañar a su madre en esta estación de penitencia en donde, el avance del cortejo, se anunciará con semanterios, unas tablas con aldabas que emiten un fuerte sonidos seco, usados antes en el Jueves Santo. Además, se podrá ver el estreno previsto del pasado año, donde la Virgen ya no procesionaba en un monte de flores, sino sobre una piedra que lleva algunas flores silvestres salteadas.
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