Ya han pasado 376 años desde que Jacinto Pimentel entragase a la cofradía, la conocida como la de los Vizcaínos, la portentosa imagen de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia. Más de tres siglos de devoción al Señor esperando paciente su muerte en una peña. Un momento en que Jesús está acompañado por sus devotos, los de ahora y los que ya no están. Los nuevos y los de siempre. Los del hábito morado y los que acompañan a la Virgen de la Amargura con su túnica granate. Y todos, en San Agustín.
Un templo en el centro de la ciudad que ha vivido una bonita jornada rodeado de los suyos y que ha esperado hasta última hora del mediodía para cerrar sus puertas y preparar la salida procesional de la cofradía.
Los dos pasos ubicados a los pies del altar. Y sus hermanos en el patio del antiguo instituto del Rosario, y el cuerpo de acólitos y presidencia a la espera de su salida de San Agustín, junto con la cruz de guía, que se ha plantado en la plaza puntual, a las 18 horas.
Las primeras secciones, con cofrades muy pequeños, que son el futuro de esta y de cualquier cofradía. Y en los últimos tramos, hombre y mujeres, que ya peinan canas, pero que siguen fieles a su devoción, porque vestir el hábito no tiene edad ni fecha de caducidad.
Pocos minutos horas, el capataz del paso del Señor, Paco Álvarez, ha dado las primeras órdenes para llevar el paso hasta la puerta de la iglesia. Con cuidado, con mucho cuidado, como Álvarez ha repetido, y mientras sonaba el himno de Humildad y Paciencia interpretado y cantado al órgano por un hermano.
Tras entonar la Marcha Real, la banda de cornetas y tambores de las Tres Caídas de Arcos ha acompañado el paso de misterio con la marcha Eterno Rey Celestial, compuesto por un hermano de la cofradía. El Señor, sobre un monte de claveles color sangre de toro ha iniciado su marcha por una calle San Francisco repleta de público. En cada esquina, en cada lugar donde fuese posible la visibilidad, allí se han apostado los gaditanos, y foráneos para disfrutar del paso de esta cofradía.
Cuando sonaban en las puertas de San Agustín las cornetas y tambores de la banda de Arcos comenzaba la cuadrilla del 'Chato' a prepararse para iniciar la maniobra de movimiento del paso de palio de Nuestra Señora de la Amargura. Foto de recuerdo de esta Semana Santa de 2014 con un palio que contaba con toda la candelería encendida e iniciar el "trabajo".
A las 18.20 horas salía el palio de Nuestra Señora de la Amargura, al mismo tiempo que lo hacían sus hermanos del instituto del Rosario, vestidos con los nuevos hábitos granates, pero sin capa, aunque ya lo harán en la próxima Semana Santa.
Con la marcha Amargura, de Font iniciaba la cuadrilla el paso tras lo paso del Señor. Un camino que los une para siempre.
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