Qué mejor Lunes Santo para hermandad del Prendimiento que un Lunes Santo con la capilla del Beato Diego José de Cádiz restaurada. Qué mejor Lunes Santo en donde se observa que la unión entre hermanos es la mejor solución para resolver los problemas y mirar hacia el futuro. Un gran Lunes Santo que la hermandad del Prendimiento ha celebrado con la salida procesional de la corporación.
Desde el Viernes de Dolores la cofradía tenía preparado en la iglesia del Carmen cada uno de los detalles para este momento. Flores, detalles, y la nueva ropa del cuerpo de acólitos inspirada en la ropa teresiana.
Y, además de la ilusión de la salida, la del regreso al paso por la capilla, donde el coro Amor de Dios espera a la hermandad para cantarle el himno de Jesús en su Prendimiento.
Las puertas del Carmen se abrieron por segundo día consecutivo a las 16.45 horas. La cruz de guía se plantaba en la calle. En una Alameda llena de público esperando ver de nuevo al Señor sobre el antiguo paso de la cofradía de Columna.
Tras las primeras maniobras dirigidas por Miguel Ángel Ramírez, mientras sonaba la marcha A la Gloria, el misterio salió a la calle a las 17 horas. Y los primeros pasos, al son de la marcha Jesús en su Prendimiento, interpretado por la banda de música Filarmónica de Conil, comenzaba su discurrir por las calles de Cádiz.
Los hermanos que acompañaban a la Virgen del Patrocionio salieron tras los paso del Señor y el banderín concepcionista que anunciaba el palio de la Virgen. Con sus antifaces característicos de color turquesa, los hermanos se disponía en sus tramos hasta que el capataz Francisco Palos ordenaba la maniobra de salida de la iglesia del Carmen.
A las 17.25 horas, la imagen de Nuestra Señora se encontraba con La Alameda, llevando en sus manos un nuevo rosario de plata y minerales donado por un grupo de hermanos.
Ya todo estaba escrito. Señor estaba prendido en el monte de los Olivos. Su sentencia a muerte estaba a punto de consumarse. La vida de la hermandad sigue viva.
