Tras varias semanas de trabajo y la celebración del quinario la penúltima semana de la Cuaresma, la cofradía de Piedad ha vivido un Martes Santo tranquilo, aunque lleno de nervios entre sus hermanos. Y es que son muchos los detalles que hay que cuidar antes de realizar la salida procesional de cualquier cofradías. Y como en cualquier hermandad, nadie quiere que falte nada.
A primera hora de la tarde, en el interior de la iglesia de Santiago los hermanos comenzaban a ocupar su lugar antes de la salida, acompañados por los 17 miembros del Regimiento de Artillería de Costa.
Puntual, la puerta lateral del antiguo templo de los jesuitas, se abría para dar paso a la cruz de guía. Tramos de hermanos que precedían al servicio de paso, propio de la cofradía y apenas 20 minutos después , el capataz Manuel Ruiz Gené iniciaba la maniobra de salida desde la iglesia a la plaza de la Catedral.
Pocos minutos después salida el paso de misterio y sonaba el toque de silencio a la subida del Santísimo Cristo de la Piedad antes de iniciar el paso con la marcha..., interpretada por la banda de cornetas y tambores del Cristo de la Victoria de León, que ya estuvo el Domingo de Ramos en Cádiz con la cofradía del Despojado.
Cuando el Cristo ya llegaba a la Seo, comenzaba a asomar el palio de la Virgen de las Lágrimas, dirigido por los hermanos Martín y acompañado por la banda de música Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María.
En un palio exornado con calas y rosas blancas, comenzaba a andar por la plaza de la Catedral para comenzar su Martes Santo cuando el reloj iba a marchar ya las 18.30 horas.
Sobriedad en la tarde del Martes Santo desde Santiago.
