La cofradía de Sanidad es todo un ejemplo. Saber crecer ante las adversidades. Sacar de la nada un bello patrimonio y, sobre todo, ajustarse a los tiempo manteniendo su estilo, su impronta y su belleza. Todo esto, y mucho más es esta corporación que dejó la Madrugada hace ya cuatro años para completar el Martes Santo.
Por la mañana la cofradía celebró una acto para sus hermanos, en el que también participó una representación de la cofradía de las Penas, devolviendo así la visita de Samidad el Domingo de Ramos a la parroquia de San Lorenzo.
Tras este acto, comenzaron los verdaderos nervios. Pero esta vez no por la posibilidad de lluvia, sino por la responsabilidad de poner en la calle a la cofadía tras dos años. Y es que en 2013 la salida procesional se suspendió debido a la lluvia, y también la cofradía tuvo que suspender el traslado de su titular a la Catedral para presidir el vía crucis oficila de las hermandades. Así, tampoco se pudo ver en la calle -sí en la iglesia- la imagen de Laínez restaurada.
Pero esta vez sí sucedió el milagro. El sol lucía aún con fuerza a las 18.45 horas, cuando se abrieron las puertas de la parroquia de Santa Cruz para dar paso a la Cruz de guía, mientras sonaba música de capilla en el interior del templo.
Salieron así los primeros tramos, formada por hermanos muy pequeños a pesar de tratarse de una hermandad denominada de "negro".
En apenas 10 minutos y mientras sonaba una marcha interpretada de la banda de música de Gailinel capataz del paso de misterio, Gerardo Navarro acercaba el paso hasta la puerta de la antigua Catedral de Cádiz y comenzaba a andar por la plaza de Fray Félix. En silencio. Solo roto por la música de capilla y las horquillas.
A las 19 horas, los tramos de penitentes que acompañaban a la Virgen de la Salud se iban incorporando al cortejo, entre ellos, un pequeño monaguillo de apenas un año que lo llevaba en brazos su madre, vestida de riguroso luto.
También, un nutrido grupo de monaguillos, casi una veintena de todas las edades, vestidos con alba y roquete negro. Un grupo que deja patente que la cofradía cuenta con un gran futuro.
A las 19.10 horas, el capataz Andrés Cano daba la primera "levantá" del paso de palio que lucía con la candelería encendida y con el gran estreno de las bambalinas laterales bordadas por Alberto Florido, completando así el palio de cajón de la Señora. Y sonó la marcha de Sanidad, de Pulido, en el interior del templo. Una marcha que acompañó a la Dolorosa en los primeros metros que la separaban de la plaza de Fray Félix. Un palio que se encontraba con Cádiz a las 19.15 horas.
Sin apenas mecido. Sin apenas ruido. Sólo roto por las marchas fúnebres interpretadas por la banda de Gaillín.
Sobriedad y cada movimiento de esta cofradía, con un impecable cortejo en la calle, y durante todo el recorrido, y que pone en la guinda en la recogida a oscuras por el barrio de El Pópulo.
