La hermandad de Las Aguas, junto a la de Ecce Homo, es una de las primeras que celebra sus cultos cuaresmales. Esto sucedió el pasado mes de febrero. Una fecha ya muy lejana de este Miércoles Santo. Sin embargo, la corporación celebra una semana antes de la Semana de Pasión el vía crucis y traslado de sus titulares desde su sede canónica, la iglesia del colegio de San Felipe, a la parroquia de Santa Cruz, su segunda casa. Y es que desde su salida del Oratorio de San Felipe Neri hace ya casi una década, la antigua Catedral es un hogar para la cofradía. De ahí que en este Miércoles Santo hayan querido tener un recuerdo especial a un familiar muy querido. A Manolo Garrido. El que fuera hermano mayor de la cofradía del Perdón que falleció el pasado año. Un lazo negro para una persona que les ayudó, estuvo a su lado y, sobre todo, hizo que la hermandad de Las Aguas se siente como una más en la iglesia de Santa Cruz.
Por eso, la salida procesional de este Miércoles Santo ha sido muy especial. El recuerdo a Manolo Garrido, con la presencia de su hijo en la iglesia en la parroquia.
Además, una representación de la cofradía participó en Lunes Santo en Sevilla en la salida procesional de la hermandad de Las Aguas de la cofradía hispalense, en agradecimiento al premio Longinos que le ha concedido la corporación gaditana.
Cuando los rayos del sol apretaban su calor sobre el Campo del Sur, la Cruz de guía de la hermandad de Las Aguas comenzaba su discurrir acompañada por los más pequeños de la cofradía, vestidos con el hábito verde y rojo de la Asociación de San Juan Evangelista. Todos, esperando a recibir la Primera Comunión para poder vestir el hábito del Señor y de la Virgen. Pero mientras que pasan los años, acompañan al Discípulo Amado, al que no se separó del Señor ni un instante en la Pasión. Una imagen que procesionaba en su paso exornado con claveles rojos y acompañado por la música que interpretaba la banda de cornetas y tambores de Nuestra Señora del Rosario de Brenes, la marcha Cristo del Amor.
A las 16.50 horas comenzaron a salir los primeros tramos de los hermanos que acompañaban al Cristo de las Aguas. Unos primeros tramos que estrenaron las nuevas túnicas que está realizando la hermandad.
Los capataces de este gran misterio, obra del tallista Antonio Martín Fernández, comenzaron a ordenar la maniobra y el paso comenzó a andar por el interior de la parroquia de Santa Cruz y a las 17 horas, tras una delicada maniobra, la imagen del Señor se presentó ante los gaditanos que soportaban un sofocante calor en la plaza de Fray Félix. Jesús muerto en la Cruz recibe la lanzada en el costado de Longinos, el romano que reconoció que era el Hijo de Dios. Un momento donde se cumplieron las Escrituras: “brotarán de su Corazón ríos de agua viva”.
Sonó entonces la marcha Cuando me aleje de ti, interpretada por la agrupación musical La Pasión de Jerez.
Cuando el misterio fue de camino al Campo del Sur se incorporaron al cortejo los hermanos que acompañaron en esta jornada a la Virgen de La Luz. Muchos de ellos muy jóvenes, gracias a la devoción que han llamado los titulares en el colegio de San Felipe Neri.
A las 17.30 horas, el capataz Andrés Cano llevó el paso de la Señora hasta la puerta de la antigua Catedral para iniciar la salida procesional. Tras sonar la marcha real, la banda filarmónica de Conil comenzó a interpretar la marcha La Estrella Sublime para acompañar los primeros pasos hasta la Catedral.
Casualmente, los dos capataces, Gerardo Navarro y Andrés Cano, fueron los mismos que en la tarde del Martes Santo fueron los responsables de dirigir los pasos de la cofradía de Sanidad, que tiene su sede canónica en la iglesia de Santa Cruz.
Una cofradía que, tras su salida, tiene una estampa única en el Campo del Sur. La Luz de Cádiz ilumina al cortejo y a los titulares de la cofradía.
Una Luz que se hace penumbra a la llegada al barrio del Pópulo, pero que le da la misma belleza en el regreso a su segunda casa.
