Un día más, la iglesia de San Francisco ha sido el centro de las miradas de los cofrades y curiosos. La cofradía de Jesús Caído ha sido la primera corporación en este Martes Santos de abrir los cortejos procesionales.
Tras la celebración de la misa presidida por el padre Ignacio Sánchez Galán y el sacerdote Rafael Iglesias, ambos marianistas, en el interior del templo franciscano, el fiscal fue organizando a los hermanos en los distintos bancos formando los diferentes tramos que iban a acompañar a Nuestro Padre Jesús Caído y a Nuestra Señora de los Desamparados.
A las cinco menos cuarto de la tarde se abría la puerta de San Antonio de la iglesia de San Francisco para que las características tres cruces de guía de esta corporación se dispusiesen en la plaza del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz. Allí, donde el sol calentaba, esperaban ansiosos mucho público y un grupo de personas afectadas con espina bífida. A estas personas, la cofradía había habilitado un lugar donde poder disfrutar la salida de la cofradía a la sombra y sin agobios.
Poco a poco iban saliendo los tramos de hermanos, mientras que hermanos de la cofradía de Vera-Cruz y del Nazareno del Amor ayudaban a la corporación del Martes Santo entregando los cirios a los “hermanos de luz”.
Y junto a la puerta, esperando la salida de Jesús Caído, algunos de los hermanos fundadores de esta ciudad como Miguel Ángel Maján, ‘El Poleo’, o Manolo Fernández de la Puente, entre otros. Y en el paso del Señor, un lazo negro para recordar a Manuel Vidal Suárez, el que fuera hermano mayor de la cofradía en los años ochenta.
Cuando todo el cortejo estaba fuera, la representación universitaria y la presidencia conformada por la Universidad de Cádiz y el Ayuntamiento de la ciudad, representada por el concejal Juan José Ortiz, José Manuel Asencio Cabeza, capataz del paso de misterio, comenzó a ordenar la salida de las andas de Jesús Caído, que estrenaba las dos cartelas laterales y dos esquinas traseras talladas por Juan Carlos García.
Pasadas las cinco de la tarde, Jesús Caído salía a la plaza del Santísimo Cristo de la Vera Cruz mientras que en los ojos de algunos devotos brotaban las lágrimas de emoción. Ya son 55 años cayendo con su Cruz en Cádiz.
Sonaba la marcha ‘Virgen de los Estudiantes’ interpretada por la agrupación musical Virgen de la Oliva de Vejer cuando un numeroso grupo de monaguillos, de entre 1 y 10 años, se agolpaban en la puerta de San Antonio abriendo los tramos que acompañaban a la Virgen de los Desamparados con un gran bullicio, pero que es futuro para la hermandad.
Colocando sus cirios al cuadril, los hermanos de hábito iban saliendo hacia la calle mientras que en el interior de la iglesia de San Francisco la cuadrilla de hermanos cargadores de la Dolorosa se colocaban junto al paso de la Señora para acercarla a la puerta ante la atenta mirada del padre Ramón Estíbaliz, guardia del convento franciscano.
Sobre su paso exornado muy elegante por Jesús Garrido, la imagen de esta Virgen, que cumple en este año 50 años desde su puesta al culto y su primera salida procesional, motivo por el que el próximo 9 de mayo procesionará de manera extraordinaria.
Sobre sus andas, que estrenaba la mesa de palio, a las cinco y media de la tarde comenzaba su camino hacia la Catedral de Cádiz con la marcha compuesta por Escobar, ‘Desamparados’. Un andar que ha sido ordenado por uno de los fundadores de la cofradía, y antiguo capataz, Miguel Ángel Maján, ‘El Poleo’.
Por la mañana, como ya es habitual, la Universidad de Cádiz ha acudido a los pies de Jesús Caído para entregarle el bastón de mando de la Institución. El recién reelegido recto, Eduardo González Mazo, fue el encargado de colocar el bastón en el frontal del paso de misterio y que ha lucido durante toda la salida procesional.
Imágenes
La cofradía de Jesús Caído celebra este 2015 el 50 aniversario de la llegada de la Virgen de los Desamparados
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