Sólo queda la esperanza de que se cumpla la Palabra del Padre. Sólo queda contar los días, tres, para que Jesús venza a la Muerte. Y con esa esperanza, Cádiz vive otra jornada cofrade donde el Santísimo ha quedado Reservado hasta la celebración de la Vigilia Pascual.
Hoy es día de Luto. Hoy es día de duelo.
Pero el negro del duelo no ha impedido que la ciudad haya vivido una gran jornada cofrade. Un día ni donde el frío, ni el viento y, ni mucho menos, el riesgo de lluvia, han sido impedimentos para que las cofradías hayan podido cumplir su estación de penitencia.
Una jornada que la abría la cofradía de Expiración desde la iglesia Castrense con el recuerdo de Manuel Montero, uno de los pilares de esta cofradía durante muchos años. De ahí que la salida de la cofradía se realizase en silencio hasta la calle Benito Pérez Galdós.
De nuevo fue complicado el paso de la cofradía por el túnel de la calle Compañía, especialmente para el paso de palio, que también su cuadrilla sufrió en el túnel de Santiago, recibiendo un aplauso de reconocimiento por el numeroso público que se congregaban en esta plaza.
Aunque realmente fue emocionante la recogida por la plaza del Falla. Siguiendo la tradición de esta corporación, el Santísimo Cristo de la Expiración espero a María Santísima de la Victoria para que María y su Hijo se encontrasen antes de su muerte.
Maravilloso lució el misterio de las Siete Palabras. Sin duda, un gran acierto la incorporación de Iván Aragón como vestidor y la redistribución de las imágenes en el paso alrededor del Santísimo Cristo de la Sed. Un gran revulsivo para una hermandad que poco a poco va saliendo de la profunda crisis que vivió hace apenas tres años.
A continuación la Virgen de los Dolores vivió su última salida procesional acompañada por el resto de las cofradías. Así, Servitas supo desfilar por las calles de Cádiz con elegancia y el señorío que la caracteriza, acompañado por un maravilloso repertorio de marchas interpretado por la banda de música Maestro Dueñas de El Puerto de Santa María.
Una imagen que fue acompañada por todo su recorrido por mucho público, viviendo un momento muy especial ya en la recogida, especialmente por la calle Santa Inés y Sagasta.
Oficialmente cerraba la noche la cofradía de Buena Muerte que de nuevo hizo todo el recorrido a oscuras, incluso en la Carrera Oficial. Esto impregnó aún más el carácter sobrio de esta corporación que cuida al máximo el cortejo en la calle.
Saetas para el Cristo muerto durante todo el recorrido y una oración cantada en su recogida por Caracolillo de Cádiz, también desde la casa palacio frente a la iglesia de San Agustín.
María Santísima del Mayor Dolor lucía también por las calles de Cádiz con una candelería que permaneció casi toda la noche encendida, lo que permitía ver la belleza de esta imagen que hace 75 años que comenzó a recibir culto en la ciudad.
En su palio de cajón, con las corbatas en cada varal el señal de duelo, anda majestuosa en unas andas exornadas por crisantemos y rosas blancas.
Por último, fuera de la “oficialidad” de la Semana Santa, pero con el mismo arraigo dentro de ella, la Congregación Mariana de Ecce Mater Tua. Nunca estuvo sola en las calles de su recorrido, ya que los gaditanos no querían abandonar a la Madre de Jesús en este momento de tanto dolor.
En silencio, roto sólo con el sonido de las matracas, propio de las Semana Santa castellana, los hermanos realizaron su estación de penitencia delante de su Dolorosa que tantas devociones provoca en esta ciudad.
Año
2015
Imágenes
La antepenúltima jornada cofrade luce a la perfección en el casco histórico
Fecha