Los repetidos incendios en el convento de Santo Domingo no permiten certificar con exactitud la fecha de fundación de esta corporación. Hay comentarios que la sitúan en el siglo XVII, si bien tiene más lógica que, a partir de 1701, fueran dueños de la capilla de la familia Olivares.
Sí se sabe a ciencia cierta que a finales del XVIII ya existía esta hermandad y que un siglo después se vio afectada por una de las épocas más duras para las cofradías de Cádiz. En 1912 se tomó la decisión de formar una junta que levantara la hermandad y ese mismo año desfiló en Semana Santa.
Pero el 11 de mayo de 1931 y el 8 de marzo de 1936, el convento de Santo Domingo se ve sometido a saqueos y posterior incendio, salvándose la talla de Jesús de la Salud porque Fernando García Beas se la llevó a su domicilio. Cuenta con el vulgo de las Cigarreras por la estrecha vinculación con las trabajadoras de la fábrica de tabaco.
La hermandad tiene una imagen titular de gloria, la Virgen del Amor Hermoso, que ya recibe cultos en la iglesia conventual de Santo Domingo después de estar varios años establecida en la parroquia de Nuestra Señora de la Merced.
Procesiona el
La orden dominicana estableció en Cádiz un hospicio en 1630, logrando fundar su convento nueve años más tarde.
La iglesia, santuario de la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad, fue iniciada por Antón Martín Calafate y Bartolomé Ruiz, y concluida por Luis de Lojo en 1666.
A mediados del siglo XVIII fue reformada y tras el incendio de 1936 tuvo que ser reconstruida parcialmente. La planta es de cruz latina y consta de tres naves. Todo el interior está decorado con yeserías dieciochescas, en las que se mezclan motivos geométricos con rocallas.
La talla de Nuestro Padre Jesús de la Salud representa el momento de la coronación de espinas. La imagen del Señor, sedente, coronado de espinas y con la caña en las manos está atribuida a Francisco de Villegas, fechada entre 1624 y 1652.
Posteriormente ha sido restaurada entre otros por Miguel Láinez Capote y, la última, por Bonilla en 1991. El misterio lo completan dos soldados romanos, situados tras el Señor, y un sayón judío, obras de Pérez Eslava y retocadas por Bonilla, que se incorporan al misterio en 1994.
María Santísima de las Esperanza
La imagen de María Santísima de la Esperanza es obra del escultor e imaginero sevillano Luis Álvarez Duarte quien la ejecuta en 2005, siendo bendecida el 12 de marzo de ese mismo año.
La antigua Virgen de la Esperanza fue tallada por el imaginero gaditano Miguel Láinez Capote en 1958, aunque desafortunadamente fue sustituida por una de Bonilla tras una restauración fallida, en 1992.
La cara de Nuestra Señora del Amor Hermoso es una obra anónima encontrada en la playa de La Caleta a la que Miguel Láinez Capote le añadió nuevo cuerpo en los años 50 del siglo XX y que también fue restaurada por el isleño Alfonso Berraquero.
El paso de misterio es de estilo barroco con líneas rectas y perfiles curvos, profusamente iluminado por seis candelabros de guardabrisas. Fue tallado por Manuel Guzmán Bejarano en 1994, siendo dorado en años sucesivos por Serafín Jiménez, concluyendo esta labor en 1997.
Este paso sustituye a otro, de reducidas dimensiones, donde sólo procesionaba el Señor, realizado en los talleres de Pérez Calvo con cuatro ángeles de Buiza en las esquinas, restaurados por José Leal Bernáldez.
Paso de palio
El paso de palio cuenta con orfebrería en los respiraderos de Hijos de Juan Fernández, de 1984, ostentando a la Virgen del Rosario en el frontal del paso, candelería de 1995 y los varales y peana, obra de Antonio Santos, de 2000. Las bambalinas y el manto son obras bordadas por Ildefonso Jiménez, de Jerez de la Frontera, así como el techo de palio en el cual se representa una gloria en la que aparece la Virgen del Amor Hermoso, titular gloriosa de la cofradía.