Comparsa, los últimos poetas - preliminar

Para poeta, el que escribe en carnaval

Turno en la fase de clasificatoria del Concurso de Agrupaciones del Falla, para la comparsa de Cádiz, Los últimos poetas. Se presentan como unos poetas a los que Cádiz les invade y florece una poesía. “Mira que suerte la mía, que aunque na tengo en la vida, te tengo a ti”. El primero de los pasodobles a los piropos que le cantan a la ciudad desde todos los rincones. Hablan de los turistas que están ocupando las casas de los gaditanos, convirtiendo este rincón en un hotel de lujo. No hablan de fronteras. Que Cádiz sea del mundo, pero primero de los gaditanos. El segundo sobre las leyes que se aplican a los delincuentes y criminales, cuando son menores de edad. Sentencian que aunque sea un menor, deben de responder igual que un hombre. El primer cuplé a la niña de la Pantoja y a las canciones que canta. Cuando coge un avión, no le dan un asiento, porque le dicen que los bichos viajan en la bodega. El segundo a la gente que toma el sol en ano. Lo malo es que pase uno y te meta un cuarto de proteínas. Terminan su actuación con el popurrí. Buscan que el amor sea una religión, más que un sentimiento. Se ponen a temblar cada vez que leen las noticias del diario. Existe mucha gente tóxica, sobre todo en el carnaval. Un amor oxidado es mejor dejarlo de lado. Los poetas en Cádiz siguen resistiendo y con papel y pluma, forman la revolución. “Para mí es más que un poeta, el que escribe en carnaval”

Para poeta, el que escribe en carnaval

Turno en la fase de clasificatoria del Concurso de Agrupaciones del Falla, para la comparsa de Cádiz, Los últimos poetas. Se presentan como unos poetas a los que Cádiz les invade y florece una poesía. “Mira que suerte la mía, que aunque na tengo en la vida, te tengo a ti”. El primero de los pasodobles a los piropos que le cantan a la ciudad desde todos los rincones. Hablan de los turistas que están ocupando las casas de los gaditanos, convirtiendo este rincón en un hotel de lujo. No hablan de fronteras. Que Cádiz sea del mundo, pero primero de los gaditanos. El segundo sobre las leyes que se aplican a los delincuentes y criminales, cuando son menores de edad. Sentencian que aunque sea un menor, deben de responder igual que un hombre. El primer cuplé a la niña de la Pantoja y a las canciones que canta. Cuando coge un avión, no le dan un asiento, porque le dicen que los bichos viajan en la bodega. El segundo a la gente que toma el sol en ano. Lo malo es que pase uno y te meta un cuarto de proteínas. Terminan su actuación con el popurrí. Buscan que el amor sea una religión, más que un sentimiento. Se ponen a temblar cada vez que leen las noticias del diario. Existe mucha gente tóxica, sobre todo en el carnaval. Un amor oxidado es mejor dejarlo de lado. Los poetas en Cádiz siguen resistiendo y con papel y pluma, forman la revolución. “Para mí es más que un poeta, el que escribe en carnaval”