Chirigota los secretos - cuartos

Rociados con agua bendita carnavalesca

Se abre de nuevo la iglesia donde está el padre Sheriff, Sibón y Gatica para confesar a sus beatas, ellas vestidas con traje corte Chanel, su libro de 50 sombras de Grey. Muy simpática la presentación, pero parece que tiene efecto que en Preliminares. Los pasodobles, el primero, cuentan la historia de un sacerdote que tiene que colgar los hábitos por enamorarse de una mujer. Pero quiere seguir cumpliendo los preceptos de la Iglesia, pero con una mujer. Le preguntan al Nazareno que qué pecado hay en eso. El segundo, sobre los banqueros. Lo acusan de prepotentes. Salen de los juzgados sin “pecados” después de lo que han robado. Ellos maldicen su fortuna, porque “la amasado hipotecando tantas vidas”. Con su dinero no puede limpiar su conciencia, y aunque reciban el perdón de un juez, para Dios siempre será un ladrón que ha vendido su alma al diablo por dinero. Muy bien desarrollado este pasodoble. La música, maravillosa. Los cuplés, el primero magníficamente montado. Adelina (Lulu) ha sido poseída por el demonio. Le practican un exorcismo. Le echan papelillos, pero ella dice que se los eche a tu hermana… , y ella dice que no se lo saquen, que el demonio es Bienvenido está siendo “mala, mala, mala”. El segundo, que comienza con un gran golpe de El Lulu, sobre el austriaco que se tiró de la estratosfera, y cuando bajaba, un rumano le estaba limpiando el casco. Palmas por bulerías al terminar la interpretación de los cuplés. El popurrí, de nuevo funciona. Estos curas y las beatas animan al Gran Teatro Falla con sus confesiones. De nuevo, genial la cuarteta con la canción del “baile del caballo”. No tiene desperdicio esta agrupación, de principio a fin.