- Crónica

Abre el tercer bloque de la Gran Final del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval de 2018, el coro Rockola. El coro, de los estudiantes, como ellos se denominan, que lleva letra de Antonio Bayón y José Antonio Valdivia, y música de Rubén Cao. Tras su presentación dedican el primero de sus tangos a una abuela cuando se va dormir. Como todas las noches le cuenta un cuento del que después nunca se acuerda. Aunque peine canas es como una niña chica. El segundo al verdadero amor entre una pareja. Dicen que las manos son para disfrutar del amor de forma libre y no para usar la violencia. El primero de los cuplés donde discrepan sobre una fecha fija para el carnaval. Si dejan la carpa en Semana Santa están todos de acuerdo. El segundo a que en el Falla deberían de poner el VAR como en el fútbol. Sale el regidor de escena del teatro y pinta una línea con espuma, como los árbitros, para que no se pasen de la raya. Terminan su actuación con el popurrí. Tras el coro le toca el turno al cuarteto El equipo A minúscula (comando caleti) que lleva letra de Manuel Morera, Carlos Meni e Iván Romero Castellón, este último también autor de la música. Un comando muy especial que afrontará hoy, en la Final, su última misión en el concurso. Comienzan hablando del parking del Mercadona que tiene las columnas en medio de la rampa, como si el arquitecto fuera a medias con el chapista. El gadita dice que uno de Cádiz en la playa solo se mete a agua tapá si se le pierde la pelota del niño y eso que es de propaganda. Aparece el Trinchera con unos globos para celebrar el cumpleaños de Don Antonio, aunque él nunca va, cosa que no le importa porque le gusta que le de calabaza. Entra en escena el mismo Antonio Martínez Ares y hace la parodia con ellos, no sin antes desmayarse el trinchera al verlo. Su fan número uno le regala a Martínez Ares el disfraz de Goku. El primero de los cuplés a que le da por el bricolaje cuando se fuma un petardo y se gasta en grifa lo mismo que en materiales. El segundo sobre su parienta que le encanta cincuenta sombras de Grey y él si se pee en la cama duerme en la calle dos o tres días. Continúan con el tema libre hablando de las carrozas de la cabalgata de carnaval, que son las mismas que las de navidad. El jefe se retira para hablar con el tutor del niño, detrás del busto de Paco Alba y ellos piensan que es el propio Alba el que habla. Se despiden con una cuarteta cantada, donde el trinchera se va quitando la ropa, al igual que el final del popurrí de El perro andalú. Turno en la Gran Final para la comparsa original de Tino Tovar, Tic-tac, tic-tac. Cuarta entrega para esta agrupación que vuelve a marcar el tiempo en este concurso. Tras la presentación dedican el primero de los pasodobles sobre la violencia de género en la figura de una mujer que entregó todo su tiempo para nada. Dice que aunque su maltratador se pudra en la cárcel, nadie le podrá devolver el tiempo que le ha robado. El segundo dedicado a Andalucía de la que dicen también tienen bandera, himno y un país. Hablan de tantos andaluces que fueron maltratados y asesinados, como Caparrós. Sentencian que igual algún día esta tierra se levanta reclamando la república de Andalucía. El primer cuplé al tipo que ellos representan. Dicen que tiene truco porque si abres la portañuela seguro que sale el cuco. El segundo a Puigdemont que es un artista nato. Deja a Oriol Junqueras para que le eche un ojito a la independencia. Un ojo estará en Barcelona y el otro en Bruselas. Terminan su actuación con el popurrí, donde su última cuarteta ya anuncia el descanso que se tomará el autor en el próximo concurso. Cierra este tercer bloque de la Gran Final la chirigota con letra de Antonio Pedro Serrano y música de Jesús Bienvenido, con el nombre de ¡Qué caló! Nueva actuación de estos gitanos chirigoteros que defenderán su repertorio en este último pase. Tras su presentación dedican el primero de sus pasodobles a la petición de mano a la gitana de la mar, refiriéndose a la ciudad de Cádiz. Le piden, delante de todos los aficionados, que se case con ellos. El segundo a las mujeres gitanas, de las que dicen tienen todo el derecho a decidir por su vida, igual que los gitanos. El primer cuplé a que le tocó el cupón y se fueron al Ángel León. Comieron la comida luminosa y cuando le dio el apretón echó el gusiluz de su niño el chico. El segundo a la niña de su vecina que ha tenido varios líos con repartidores a domicilio. Le pregunta a uno que si por un euro más, la puede cambiar a tamaño grande. Terminan su actuación con la interpretación del popurrí.